Canarias 83-81 Baskonia
Howard o la soledad del superhéroeSecciones
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Canarias 83-81 Baskonia
Howard o la soledad del superhéroeA Howard sólo le faltan la cabina donde cambiarse el atuendo, la capa roja que infunde superpoderes, los calzones por encima y la S en el pecho para encarnar la viva imagen del héroe. El que este domingo volvió a sentir demasiada soledad en la ... ardua tarea de profanar el aro del equipo que mejor defiende en toda la ACB. Y eso que sus últimas acometidas, entre providenciales y feroces, abrieron la posibilidad del milagro dominical después de que en el minuto 34 (70-60) sonaran campanas de duelo.
Con 79-76 y a falta de cincuenta segundos roba Kotsar la pelota, la entrega rápidamente a Thompson y el base se estira con la elegancia de la gacela para depositar la bandeja que encogía el partido. La respuesta canaria deja otra vez la distancia a la altura de un triple. Exactamente el hábitat natural de un depredador como san Markus 'El Evangelista', ávido lector de las Sagradas Escrituras. Lo toma Fitipaldo en primera instancia, los cambios defensivos le deparan otros dos cancerberos y, aún así, el 'peque' clava el dardo del empate a nada de la conclusión.
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Endika Santamaría
Pero el conjunto insular está compuesto de veteranos que vuelven de las batallas cuando otros acuden por primera vez al frente. Y ese tipo de plantillas lleva el poso y el sedimento que les permite resolver situaciones de estrés disparado. El Tenerife ganó en Vitoria por su probadísima capacidad de gestionar los desenlaces. Y volvió a demostrarlo para derrotar por segunda vez a un Baskonia que interrumpe de este modo su racha triunfal de ocho victorias domésticas encadenadas.
Cuando todo indicaba el camino de la prórroga, el prestidigitador Txus Vidorreta se sacó de la pizarra mágica el empeño de ahorrar a la parroquia insular el tiempo de la propina. Dos segundos y siete décimas, saque de banda en campo de ataque tras el tiempo muerto, densidad demográfica en el sector más remoto del balón para despistar y aclarado a Abromaitis -uno de los hombres destacados en el bando aurinegro- con el fin de atacar el tablero azulgrana. Marinkovic y Costello tratan de evitar el rejón, falta incontestable y el 'cuatro' del Tenerife anota los dos libres aunque quería fallar el segundo.
Así que desenlace cruel para un Baskonia que, cierto es, marchó a rebufo de su sólido adversario toda la matinal. En el horario del vermú que en los primeros sorbos deparó sabores amargos terminó sin ganas de comer. Porque Howard, por paranormales que resulten sus anotaciones compulsivas saliendo de bloqueos indirectos o bien a su libre albedrío y rebozado de valentía, no puede vencer sin eltejido de más complicidades ofensivas entre los suyos.
Al conjunto del ayer desquiciado Joan Peñarroya en el arranque por una falta que el arbitraje se cobró como antideportiva tras un codazo involuntario de Kotsar a Shermadini, le abatieron la estrategia del técnico bilbaíno y la sociedad eterna que componen Huertas y el pívot georgiano. Dos bases, uno en el cuerpo de tal y el otro embutido en la anatomía de un gigante, marcaron de nuevo el rumbo a un Tenerife sólido, severo atrás, castigador del rebote ofensivo a través de Bolmaro y con esa paciencia infinita que gasta para hurgar ventajas con el pase como medio de transporte.
Enfrente, el grupo vitoriano opuso su empeño de siempre para resistir los embates del viento al modo de los juncos, la intensidad defensiva de Costello, demasiadas claudicaciones de hombres adelante y la soledad conmovedora de Howard. El superhéroe de las producciones inauditas que necesitaba más aliados en su misión redentora.
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