Camino a una nueva zona

Repiten Ilimane Diop -por galones y experiencia aspira a relevarle en la capitanía-, Youssoupha Fall y Achille Polonara. A ellos hay que sumarles un Tadas Sedekerskis más desarrollado en el plano físico, como demostró en el play off por el título, y que aspira a derribar al fin la puerta de la primera plantilla. El lituano, como Polonara, también puede jugar al tres en una plantilla versátil que Ivanovic puede moldear a su gusto.

A ellos se les suman dos nuevos soldados. Por Shengelia entra Alec Peters. Aunque no podrían ser dos jugadores más diferentes. Si el georgiano destacaba por su dominio interior, que por momentos le llevó a jugar de cinco, el estadounidense es de esos con la muñeca de seda. Un '4' de 2,06 pero con espíritu de alero tirador. Sus número así lo avalan. En sus dos años en Europa ha promediado un 43% en el triple con el CSKA y un 40% con el Efes.

La otra nueva ficha es Tonye Jekiri. Nigeriano por nigeriano, Jekiri por el siempre discutido Micheal Eric. Un jugador de perfil defensivo que destaca por sus excelentes número en el rebote. Solo Milutinov mejoró en Euroliga sus 7,48 rebotes por partido. Es tercero tanto en capturas defensivas como ofensivas. Es un buen jugador, solvente en defensa y al alza en ataque, aunque no está llamado a ser el líder.

Ese hueco lo quieren sus otros dos acompañantes en el poste. Es un año de reivindicación para Ilimane Diop -cuyo hermano Mamadou, exazulgrana, anunció ayer su retirada a los 27 años- y Youssoupha Fall. El canterano quiere alejar del todo las dudas que puedan quedar sobre él y sostener el rendimiento que le convirtió en un pilar durante el play off por la ACB. Condiciones tiene todas para ser, al fin, el nuevo líder de la zona.

También busca dar un golpe sobre la mesa la torre francosenegalesa. Tras un año donde se le vieron las costuras, que evidenciaron que su lento proceso de cocción todavía no está en una fase final, aspira a hacer valer su portentosa anatomía. El hueco que le abre Peters para dominar es una oportunidad de oro. Ellos y el incombustible Polonara son las armas multiusos para un Ivanovic que puede hacer casi de todo para sorprender desde el juego interior.