Broche de plata al mundial azulgrana

Y por mucho que se recordarán las clasificaciones y los logros personales, como la más que merecida inclusión de don Luis Alberto Scola en el quinteto ideal de la competición, el verdadero premio para los baskonistas Luca Vildoza y Patricio Garino tiene que ser el enorme crecimiento como jugadores que han experimentado este verano.

El alero ha recordado y recuperado el nivel que es capaz de mostrar en una cancha. Siendo, con permiso de Rudy Fernández, el mejor defensor del campeonato. Su parte del botín, visto el trabajo realizado -que no siempre fue palpable-, debería ser mayor que el de la media de la tripulación albiceleste.

El base, asumiendo mayor responsabilidad en cada partido, ha demostrado una capacidad de adaptación a las necesidades de un equipo al alcance de pocos. Ha jugado de 'uno', de 'dos' (casi todo el tiempo) y de 'tres' en los puntuales momentos en los que se lo ha pedido el entrenador. Y, sobre todo, ha convencido al 'coach', que poco a poco fue variando su predilección por Laprovittola hacia el baloncesto más completo del azulgrana. La defensa, como en el caso de Garino, ha sido el gran argumento para hacerse imprescindible.

Porque, de manera hipócrita, se podría criticar el bajón en su rendimiento en la final. No hay duda de que les costó desarrollar su juego ante una España tan superior. Como le costó a toda la selección argentina. Pero en los cuartos contra Serbia y en las semifinales contra Francia ambos fueron clave.

En 15 minutos contra los de Djordjevic, Vildoza aportó 11 puntos y tres asistencias. Su labor principal era suplir a Garino en la presa sobre Bogdan Bogdanovic, uno de los más talentosos anotadores del mundo. El Pato se fue a los 15 puntos. Ambos con un 60% de acierto desde el arco.

En la semifinal, El Pato volvió a aplicar su axfisiante defensa sobre Fournier, De Colo o el que se pusiera delante. Sin anotar -solo lanzó en tres ocasiones- el Oveja lo mantuvo 20 minutos en pista. Luca, en su mejor partido (15 de valoración), anotó 11 tantos, atrapó 4 rebotes y repartió 3 asistencias. Notable en una rotación de tres bases liderada por Campazzo, lógicamente, y en la que el talento anotador puro de Laprovittola ha sido necesario en los momentos de atasco ofensivo.

Notas de jugadores grandes, indispensables en los partidos decisivos, que llegan con la constatación de su madurez mental. Esa que, entre otras cosas, se observa en que no fallan un tiro libre ni de casualidad. 12 de 13 anotó Vildoza. 15 de 16, Garino. Bueno, uno sí marraron. En ocho partidos.

Es cuestión de horas que ambos regresen. Necesitarán descanso, pero no vuelven a Argentina con el resto de la selección. Los tres madridistas, Brussino y los azulgrana se despidieron ayer de sus compañeros en Amsterdam, en la escala de su vuelo a Buenos Aires. Scola, pendiente de resolver el futuro, se quedó en China.