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Para conocer el sentido de una rivalidad cruda en el mundo de la canasta había que ver, alguna vez en la vida, un partido en Belgrado. Sobre todo cuando dos enemigos irreconciliables como Partizan y Estrella Roja compartían la sala Pionir, continente donde se aliaban ... el humo del tabaco, los hinchas descamisados y las consignas propias de una guerra. Miedo ambiental.
Pues después de años sometidos poco menos que a la amnesia en el concierto internacional, ambos regresan al escaparate de la moda. El club de los sepultureros porque tras encomendar la estabilización del proyecto a Zeljo Obradovic, el señor de los anillos, volvió el curso pasado a meter el chasis en las eliminatorias por el título. Tanto que sólo una casa de apuestas enloquecida hubiese vaticinado la derrota en el cruce contra el Real Madrid tras anotarse los dos duelos inaugurales en el WiZink Center, inmensa tangana incluida con el púgil Yabusele entre otros boxeadores sobre el parqué. Pero la Casa Blanca se levantó de la lona y acabó ganando la Euroliga mediante el último milagro de Llull.
De los dos conjuntos de Belgrado en el máximo torneo continental, el Partizan mantiene más jugadores serbios en sus filas, siempre la base de los equipos de allá desde los tiempos de la extinta Yugoslavia. Aunque ahora confía en el talento de estadounidenses como Kevin Punter y James Nunnally y, por encima de todo, concede la jefatura al técnico que acumula nueve ejemplares de caza mayor.
A Dusko Ivanovic le ha encargado la directiva del Estrella Roja que continúe la obra que escribió Julio Cortázar. El argentino ideó '62/Modelo para armar' y la junta rojiblanca, famosa por manejar presupuestos fuera del radar de tantas otras entidades -ahí figuran los fichajes sobrevenidos de los albicelestes Campazzo y Vildoza el ejercicio pasado-, deja en manos del entrenador montenegrino el montaje de un juguete nuevo.
A comienzos del verano, el Estrella Roja sorprendía con una contratación sísmica cada veinticuatro horas. No fichaba tipos que pasaban por allí, sino auténticos baloncestistas contrastados. Saltándose la norma no redactada de recurrir a extranjeros muy por delante del producto autóctono. Hasta diez incorporaciones en un plantel de diecisiete mientras no se anuncien los descartes saludarán por primera vez al mariscal. Giedraitis no, que ya ha jugado para él.
Aparte del alero lituano, la nómina incluye, nada menos, que a Napier -firme esperanza de la NBA condicionada por las lesiones-, Bolomboy, Teodosic (este sí, del país) y otros dos hombres procedentes de la ACB: el también exbakonista Hanga y Tobey, a las órdenes de Sarunas Jasikevicius en el Palau tras su etapa anterior en Valencia. A Dusko -célebre por muchos dones, aunque no precisamente la mano izquierda- le corresponde encajar las piezas para que el puzle luzca hermoso. Ardua tarea.
El Baskonia habrá de cuajar otra temporada redonda -ojalá que con remate- para mantenerse en la clase media-alta que comparte, entre otros adversarios, con los dos crecidos de Belgrado. El Partizan ocupó el último puesto para la primera ronda con un balance de 19-15, sólo un triunfo más que el equipo vitoriano (18-16), siempre dentro del lado bueno de la muga justo hasta la última jornada. Y décimo concluyó la fase regular el Estrella Roja con un registro paritario (17-17).
Clasificaciones que la próxima campaña les incluirían en el 'play in', la fórmula copiada de la NBA para procurar más emoción sobre el alambre. A los seis primeros acompañarán el ganador del enfrentamiento entre séptimo y octavo más el repescado de este cruce con el triunfador del noveno contra el décimo. Un modo de abrir la baraja.
Dos clubes de la Euroliga, muy por encima del resto, han provocado movimientos sísmicos en el mercado estival. Al ya mencionado caso del Estrella Roja se une el muy llamativo del Panathinaikos, empeñado en recuperar la grandeza perdida. Su último título en el máximo torneo continental data de 2011, cuando aún lo entrenaba Zeljko Obradovic.
Nada menos que once fichajes a cargo de la entidad del trébol, algunos de profundo significado. A la cabeza, desde luego, el reclutamiento de Sloukas desde el archirrival Olympiacos. Pero importantes también los de Papapetrou y el gran reboteador Lessort desde el Partizan, el verdugo baskonista Guy (Joventut), el exazulgrana Vildoza y la 'repatriación' a Europa de Juancho Hernangómez, que llega desde Toronto Raptors.
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