iván benito
Martes, 23 de marzo 2021, 00:38
La suerte no deja de ser una circunstancia casual que no se entiende sin su adjetivo. Decir que la lesión de Jekiri ha sido mala pata, sin chiste, sería una media mentira. Después de dos temporadas de tormento con los problemas físicos, con personas ... como Granger o Garino anuladas como deportistas, su fantasma se había alejado de los aledaños del Buesa Arena hasta límites insospechados. La preparación y la efectividad de los protocolos estaban dando sus frutos siempre envueltos en una cortina de fortuna que se esfumó en Miribilla. Kulboka se abalanzó de forma fortuita sobre la rodilla derecha del nigeriano y el ligamento lateral interno del baskonista quedó seriamente dañado.
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«Tonye Jekiri estará de baja un periodo aproximado de entre seis y ocho semanas debido a una lesión de rodilla». Así abría el comunicado oficial emitido ayer por el club tras conocerse el diagnóstico. Tras lo aparatoso del lance, se descartó una lesión más grave, pero quedó un serio aviso en forma de esguince grado 2. La reacción del jugador al caer al parqué no fue un buen presagio. Su calma posterior, relegado al fondo del banquillo con una buena dosis de hielo, tranquilizaba los nervios de un conjunto que está cerca de asegurarse su presencia en los play off de la ACB, pero que sigue lejos de darle la espalda al esfuerzo. Ni siquiera Vildoza, con el dorso renqueante durante semanas, ni Peters y Polonara con sus tobillos ni Dragic, que tuvo que parar por unas molestias musculares al principio de temporada pero que lleva tres meses dando el callo con una luxación en el dedo.
Hasta ahí llegaban los problemas físicos que había sufrido la plantilla que dirige Dusko Ivanovic. Únicamente en 11 de los 59 partidos disputados hasta la fecha no había podido contar con sus doce unidades. Cuestión de suerte. Tras una acción sin aparente peligro, uno de sus pilares se resquebrajaba. Para seis semanas en el mejor de los casos, lo que representa un mínimo de once encuentros sin Jekiri (Armani, Panathinaikos, Efes y Valencia, Gran Canaria, Andorra, Murcia, Estudiantes, San Pablo Burgos, Unicaja y el GBC). Su baja será especialmente dolorosa en el tramo final de la fase regular de la Euroliga, a la que le quedan cuatro jornadas de incertidumbre en las que los vitorianos se juegan entrar entre los ocho mejores. Con las opciones intactas, deberán acostumbrarse a jugar sin su mayor referencia interior, que también se perdería la serie de cuartos en caso de sellar el billete al play off.
Tanto en competición continental como doméstica, el pívot que más protagonismo estaba teniendo era Jekiri. El poste que se crió en Lagos soñando con ser futbolista de la 'Super Águilas' no destaca por sus números –6.0 puntos, 4.9 rebotes y 1.9 asistencias en Euroliga–, pero se ha erigido como un muro defensivo, el inicio de la producción ofensiva del conjunto de Ivanovic. Músculo, intimidación, rebote, movilidad y un tiro de media distancia aceptable al servicio de un conjunto que extrañará las virtudes de su 'cinco' habitual.
La suerte ha querido que la desgracia, esperemos que marginal, haya caído sobre la posición que mejor cubierta tenía la corta rotación azulgrana. Sin el que era hasta ahora el sexto jugador más utilizado, las miradas se centrarán en Fall y Diop y no solo por su envergadura. Son los recursos naturales que el preparador montenegrino tratará de explotar para que no se note la ausencia del ex del Asvel. Al francosenegalés se le pedirá que levante de nuevo el vuelo en un curso de varios altibajos. Que vuelva a ser determinante en la pintura, que aporte puntos y rebotes. Lo puede hacer. Que saque faltas y que no las provoque, para que su minutaje pueda adaptarse a las necesidades del equipo. Que siga evolucionando.
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A Diop, por su parte, que recupere el nivel mostrado en la fase final de Valencia, ahora que se presupone que aumentarán sus minutos y su propia confianza. El capitán es el que mejor puede asumir el rol defensivo que deja vacante Jekiri. Existe una evidente tercera opción, ya que Ivanovic ha recurrido a ella durante toda la temporada. Se trata de optimizar el quinteto de 'bajitos', con el que el montenegrino lleva familiarizado todo el curso en muchos tramos finales de partido. En la remontada de San Petersburgo, sin ir más lejos. Sin el mejor pasador en el poste bajo, la pareja interior Peters-Polonara será más recurrente, con Sedekerskis como comodín, para tratar de lograr las victorias necesarias para clasificarse para el play off.
El periodo de recuperación estimado por los doctores le permitiría a Jekiri llegar a una hipotética Final Four y a los play off de la ACB. Allí le esperan. Un pequeño halo de esperanza que no consuela la baja del pívot más regular. Las alturas de la temporada a la que se ha producido la lesión impiden margen de maniobra en la Euroliga, que cerró su mercado el 24 de febrero, por la que las opciones de sumar un recambio temporal son ínfimas. Solo en la ACB autoriza nuevas incorporaciones procedentes de otras ligas, algo que parece improbable. El Baskonia deberá exponerse con tan solo nueve pilares, con Kurucs y Raieste aún en formación, con la esperanza de que la estructura no se resienta y aguante el peso del tramo álgido de la temporada.
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