Igor Martín

Baskonia 101-102 Olympiacos

Al fin, el buen provecho del pase y del triple del Baskonia

Cabarrot se disfraza de Howard, Samanic amplía los recursos ofensivos y el conjunto de Laso alcanza con diferencia su tope de asistencias del curso

Miércoles, 15 de enero 2025, 12:45

Hay varios factores que explican que el Baskonia alcanzara ayer su récord de asistencias en lo que va de temporada, 26, y no, ninguna es que el partido se extendiera durante cinco minutos más. Anoche, el conjunto de Laso fue un equipo. Un bloque esforzado ... y con talento. Apareció la pólvora exterior tan extraviada en los últimos meses. Hubo momentos de correr para tratar de aprovechar las desconexiones del rival. Se colocaron bloqueos que provocan ventajas para los compañeros. Hubo dos jugadores verdaderamente inspirados como Cabarrot y Samanic y también brotes verdes en la dirección de juego. Baldwin crece, Jaramaz suma y Forrest hace del uno contra uno su fortaleza. Algo donde la plantilla no va sobrada.

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Fue un partido digno de un clásico de la Euroliga. Rugoso en la primera mitad, lento, pero con todos los ingredientes posibles a partir del descanso. Entre transformado y enrabietado, el Baskonia se redimió ante su afición apenas 48 horas después de que arrojara la toalla en la pelea por la Copa. La batalla por los play off de la Euroliga es todavía más estimulante y con un ejercicio muy sólido en lo colectivo, los azulgranas replicaron hasta la prórroga a una de las plantillas más físicas, talentosas y amplias, en definitiva, mejores, como la del Olympiacos.

Laso, con menos aplausos a su favor en la previa del choque que en otras ocasiones, realizó dos cambios sustanciales de inicio. Separó a la dupla Moneke-Hall para introducir a Khalifa Diop, espoleado por los niños del proyecto de inclusión social One Team del club iniciado en 2014. Le cantaron el cumpleaños feliz por adelantado (es hoy) durante el calentamiento y se le abalanzaron antes de saltar a la pista. Surtió efecto.

El rebote, clave

El otro fue jugar con dos bases durante muchos tramos. Esto requiere trasladar a Baldwin al puesto de escolta, algo que jugador y equipo agradecen, y utilizar a Jaramaz, que todavía juega en el Baskonia aunque juegue muy de cuanto en cuanto. Con estos retoques y un manifiesto cambio de actitud, el conjunto vitoriano se fue al descanso por delante y sin conceder ni un solo rebote en ataque. La película cambió después (13 al final). Explotó Cabarrot con un tercer cuarto digno de Howard (17 puntos), Samanic volvió a estirar el marcador hasta el 85-78 (minuto 36). Pese a la derrota final, quedan otras dos sensaciones agridulces. Que esta versión no se haya visto más, mucho más. Y que parece una quimera lograr mantenerla en el tiempo a tenor de lo mostrado hasta la fecha.

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