El Baskonia sobrevive con un 19% en triples y levanta ante el Derthona otro Trofeo Diputación

Volvió el Baskonia a estar arropado por su afición. Volvió el run run cada vez que Howard, endiablado de inicio, se empieza a pasar el balón por debajo de las piernas, los «hiru, hiru» a final de cada cuarto y los aplausos a los recién llegados. El inicio de la temporada ya se descubre cercano en el horizonte, a escasos cinco días del debut, y los azulgranas deberán mostrarse mucho más afinados. Solo una mayor jerarquía les permitió sobrevivir con un 19% en triples, con 6 aciertos de 31 intentos.

Comenzó desatado Howard, con siete puntos rápidos y otros tantos de Rogkavopoulos. Tras su primera carrera de canasta a canasta, Moneke convirtió un frío Trofeo Diputación en una velada algo más parecida a un partido oficial. Contribuyó también a ello, el Derthona italiano. Correosos y con calidad, desde el inicio demostraron no querer ser una comparsa y demostrar que su proyecto, finalistas de la Copa en 2022 y terceros en Liga el curso pasado, ya es capaz de competir ante conjuntos de Euroliga.

Los transalpinos tuvieron sobre las cuerdas a un conjunto azulgrana demasiado intermitente. La primera vez que se vio por detrás en el marcador (23-25, minuto 10), tras el tercer triple seguido de Baldasso, respondió con un soberbio parcial de 13-0. Ahí mostró muchos de sus recursos a base de un buena circulación de balón y producción interior. Pero sin termómetro, el plantel azulgrana caminó por el precipicio destemplado y fallón durante gran parte de la segunda mitad hasta la esporádica aparición de cierta intensidad defensiva.

Consumado el retorno de los mundialistas Manrinkovic y Sedekerskis, a quien le computa el último robo de balón, el Baskonia aprovechó su coyuntura de organizador del torneo para jugar con 13 jugadores. No hubo por tanto descarte y el Buesa Arena aplaudió el descaro de Hugo Besson, que participó en uno de los tramos buenos del equipo. No así tanto Nico Mannion, que por segundo amistoso consecutivo, fue abroncado y cambiado de forma instantánea por Peñarroya.

Al técnico catalán tampoco debieron de gustarle los 13 rebotes en ataque capturados por los italianos, que si de algo adolecen es de una referencia interior. Sin embargo, registraron siete capturas más y, tras hacer la goma en el inicio del último periodo (76-66, minuto 33), firmaron un parcial de 3-14 en menos de cuatro minutos mientras el Baskonia lo siguió confiando todo al lanzamiento exterior.

Tras acreditar los fallos de Moneke, Sedekerskis y Codi Miller-McIntyre, un triple del ex del Obradoioro Mike Daum colocó el 81-83, Miller-McIntyre solo anotó un tiro libre y Obasohan amplió la diferencia hasta el 82-85. Quedaban 16 segundos y, tras tiempo muerto, Peñarroya decidió mantener a Howard en el banquillo, en una noche aciaga con 17 puntos pero 2 de 10 desde la larga distancia. Mannion agarró la batuta, recibió la personal pertinente y no falló desde la línea de tiros libres. Fue Obasohan el que, al no encontrar receptor, se precipitó desde la banda ante la corpulenta figura de Sedekerskis y luego se quedó corto en el tiro final para alegría de los 4.000 azulgranas presentes en Zurbano, que vieron al lituano levantar su primera copa como capitán azulgrana.