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Una significativa rotación con tres sacrificadosNo por necesario deja de ser significativo que Codi Miller-McIntyre disputara ayer todos los minutos del último cuarto. Igual de revelador que la circunstancia de que Peñarroya precisara de una idéntica utilización con Marinkovic y Moneke. El técnico apenas rotó en un cuarto periodo ... viciado por lo ocurrido en el anterior. En cuatro minutos, el Baskonia encajó un parcial de 24-6 que irritó al entrenador azulgrana hasta límites insospechados el curso pasado, cuando se mostró mucho más equitativo en la rotación. A buen seguro porque el conjunto azulgrana controlaba mejor los partidos y en el baloncesto sigue primando el resultado.
El preparador catalán mantiene su filosofía de dosificar a la plantilla los fines de semana. «Somos doce jugadores y competimos en las dos competiciones más exigentes de Europa», recuerda prácticamente en cada rueda de prensa. En Granada fue Kotsar el que tuvo el domingo libre, mermado por un golpe en la cara de Poirier en el partido de debut en la Euroliga. Ayer le tocó el turno a Sedekerskis y Khalifa Diop solo jugó siete minutos, aquejado por unos «dolores de espalda». Y pese a esa coyuntura, hubo tres jugadores que apenas saltaron a la cancha en la segunda mitad: Dani Díez, Nico Mannion y Nikos Rogkavopoulos.
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El ala-pívot madrileño no goza este año de la misma confianza que el pasado. Inédito aún en Euroliga, también se quedó sin jugar en la primera jornada en Lugo y promedia tan solo seis minutos en cuatro partidos. Acostumbra a salir de titular para luego no volver a aparecer sobre la pista, tal y como ocurrió ayer en Zaragoza. Disputó de 7 minutos y 27 segundos en lo que lo único que agregó a su ficha estadística fue una falta recibida. Acabó con ese crédito de valoración y sacrificado por la facilidad maña de anotar al contraataque en el amanecer del partido.
También en el quinteto titular aparecieron el griego y el italiano, los dos fichajes cuya aclimatación avanza a un ritmo más lento que el deseado. Rogkavopoulos se fue al descanso con -7 de valoración, con 3 pérdidas y otras tantas personales. Fue claramente superado en defensa por el eléctrico Mark Smith, ocho centímetros menor. Y en ataque, la fortuna le está siendo esquiva. Los dos triples que lanzó, bien ejecutados, hicieron la corbata en el aro. «Es evidente que ha tenido un mal partido. Es un chico joven que viene a una liga más dura y con un rol diferente. Le necesitamos y creo que en ACB estaba jugando bien», analizó Peñarroya.
En ocasiones anteriores también salió al paso para defender a Nico Mannion. «Se está personalizando demasiado en él», expresó hace dos semanas. Ayer, el base firmó cuatro pérdidas de balón, una de ellas de esas que dan ganas al espectador de gritarle a la televisión. El transalpino dejó de botar protestando por un leve contacto. Pese a responder de inmediato con un triple (uno de 5 ayer) estuvo presente en el vendaval maño del tercer cuarto. Dos minutos y medio le fueron suficientes a Peñarroya para condenarle al banquillo durante todo el último cuarto.
Raieste tampoco actuó en el tramo final, pero realizó uno de sus partidos más consistentes con la elástica azulgrana. «En estos partidos los menos utilizados tenemos que aportar más», agregó tras el partido. El canterano estonio dio un paso al frente y cumplió ayer con ese rol en su último año de contrato. Por su parte Rogkavopoulos y Mannion, -9 de valoración entre ambos, siguen sin encontrar continuidad en su juego y Dani Díez, sin tener las oportunidades que tan bien exprimió el curso anterior, condecorado como segundo mejor triplista de la ACB. Esta temporada mantiene su cuenta a cero.
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