Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Apenas quedan recuerdos en las brumas de la mente sobre aquel Baskonia que maravilló la campaña anterior a Europa entera. Cierto que el equipo vitoriano cuajó faenas admirables que le auparon al olimpo del baloncesto continental en un mes de diciembre fastuoso. Eran tiempos de ... un caudal ofensivo tan bello como devastador a los ojos de sus rivales. Lástima que a ese espejo enmarcado en oro donde todos los adversarios se miraban le fallase el remate de la suerte suprema. Léanse los resultados tan importantes en el ámbito del deporte profesional. Pues ese mismo equipo renovado a medias con siete permanencias y cinco incorporaciones desnuda ahora su falta de rumbo, parece comido por la ansiedad y el fatalismo y no distingue la luz al final del túnel.
Los datos
5-5 Es el balance entre victorias y derrotas esta temporada en partidos oficiales después de un mes de competiciones.
83,3 Los mismos puntos que anota y recibe el Baskonia en los diez encuentros disputados.
1-3 Es el registro en la Euroliga con triunfo en Berlín y tres derrotas caseras ante Real Madrid, Bayern y Zalgiris.
16º Es el puesto azulgrana en el torneo continental, sólo por delante de los aún no estrenados Alba y Asvel.
18,5 Los puntos que promedia Howard en la ACB y que le valen para liderar la tabla.
Los oponentes acudían al templo de Zurbano como quienes van al altar de los sacrificios. El santuario azulgrana infundía tal temor reverencial que llegaban derrotados de antemano, conscientes de que un ejército de francotiradores los iba a abatir desde todos los tejados imaginables. Hoy es el día en que el imponente Fernando Buesa Arena muda su aspecto de fortaleza en otro con la forma metafórica del flan por la inconsistencia que muestra un grupo azulgrana prendido con hilvanes. El cuadro alavés sólo perdió tres encuentros europeos como anfitrión el curso pasado a lo largo de seis meses y medio. No se ha alcanzado la orilla de noviembre y ya acumula las mismas derrotas ante su público tras caer sucesivamente con Real Madrid, Bayern y Zalgiris. Se dejó ir el triunfo ante el vigente campeón de los grandes pesos y sus habituales fundidos de pantalla o profundas desconexiones le facturan parciales en contra escandalosos.
La parroquia baskonista debe de pensar que le han cambiado el bloque de sus suspiros. Aquella máquina ofensiva de pistoleros que fluían a la carrera y 'llegaban jugando', según la célebre expresión baloncestística, es ahora un conglomerado obtuso. La veloz ejecución y el predominio de la pelota por el aire en vez de pisar tanto suelo abren desgraciadamente el paso al abuso del bote, el inmovilismo consiguiente, la escasísima generación de ventajas y las soluciones individuales cuando el reloj sí marca las horas. En esos momentos reclaman el protagonismo los tipos ataviados con la capa de superhéroes, uno desde fuera (Howard) y el otro (Moneke) obsesionado con profanar el aro rival de cualquier manera.
Noticia relacionada
Iván Benito
Una suma desalentadora. Al actual equipo azulgrana le ha bastado un mes para desgranar sus carencias estructurales, muy focalizadas en el puesto capitular del base. Pocas veces una marcha, la de Thompson en este caso, ha abierto un cráter de dimensiones tan descomunales. El actual 'uno' del Efes ya figura en la historia de las mentes preclaras del baskonismo. Mannion parece un manojo de pérdidas, indecisiones y falta de pulso para conducir al grupo. Y McIntyre difunde sus dones de 'combo' vertical, más rematador a la carrera que arquitecto, potentísimo en campo abierto y que sufre para armar ataques con la pista doblada por la mitad. De ahí el engrudo colectivo, donde la niebla espesa nubla la vista.
Joan Peñarroya -¡vaya problema el suyo!-, entrena aquello de lo que dispone. Y debe de clamar ahora hacia sus adentros, ya lo hizo antes en voz audible, por el fichaje de un ordenador del tráfico terrestre y aéreo. Al técnico catalán se le nota algo desbordado por la situación, tocando incluso teclas que más parecen una huida desesperada hacia adelante en busca de soluciones que no llegan. El domingo, por fin, fio el conmovedor intento de remontada a Howard tras atornillar a sus dos bases en el banquillo durante el epílogo de la visita del Unicaja, tercer fiasco seguido ante su gente dentro de una misma semana aciaga.
El Baskonia, contraviniendo la norma imperante tantos años, era un bloque que funcionaba de adelante hacia atrás. Ahora sus severos problemas ofensivos también le salpican en defensa. A sus hombres se les nota desmoralizados y con lenguajes gestuales derrotistas cada vez que los adversarios les superan con relativa sencillez en el uno contra otro sin ayudas que obstaculicen las bandejas rivales. Demasiadas concesiones en la responsabilidad individual y sin tejer aún una protectora red colectiva. Sólo el 'carácter Baskonia' le asiste todavía para invocar a la épica, encarnada en los estados trascendentales de Howard y el martillo constante de Moneke. El único fichaje estival, salvado también McIntyre a su manera, de rendimiento sobresaliente.
El equipo vitoriano padece el mal estructural en la demarcación de 'uno', añora a Giedraitis y necesita la mejor versión de Costello. O solventa tales carencias o extenderá la penitencia que lleva Peñarroya encima tras los rejones que le han propinado dos técnicos vitorianos, Pablo Laso e Ibon Navarro, a lo largo de una semana maldita.
No hay mes que en mayor medida teman los inquilinos del siempre exigente banquillo del Baskonia que noviembre. Se trata del período en el que acostumbran a ceder el puesto a un colega que trate de solventar situaciones más o menos críticas. Y Joan Peñarroya no vive ajeno a esta circunstancia temporal desde que firmó su contrato en el verano de 2022. Incluso llegó a bromear en algunas comparecencias públicas hace un año con el hecho de superar semejante valla real y psicológica. Las tres derrotas consecutivas en el breve plazo de una semana (Bayern, Zalgiris y Unicaja) realimentan las muy serias dudas que tuvo la directiva de Josean Querejeta tras el abrupto final del ejercicio anterior. Una temporada de baloncesto brillante sin el remate de los resultados abrió un paréntesis de veintitrés días entre la eliminación liguera ante el Joventut y el anuncio sobre la continuidad del técnico. Tres semanas largas de confianza quebrada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.