El Baskonia palpa la ilusión de su afición

No había partido, pero en el Buesa Arena había colas para entrar, seguidores enfervorecidos vestidos de azulgrana y mensajes de ánimo y agradecimiento para los jugadores. «Gracias a Tadas por quedarse. Es el ejemplo de que hay un proyecto bueno», decía una joven Janire ataviada con la camiseta de Teletovic. Ilusionada como ella hubo hasta 4.000 espectadores más en el entrenamiento a puertas abiertas celebrado ayer por el Baskonia.

El primer anillo prácticamente completo fue la respuesta del baskonismo a la llamada del club. «No esperábamos que viniera tanta gente. Nos ha sorprendido», aseguró PabloLaso por el micrófono al final de una sesión con dos partes bien diferenciadas. La del trabajo sobre la pista y la de la algarabía en las gradas. Los jugadores empezaron el entrenamiento con algo de adelanto (18:30 horas). Atendían las órdenes del técnico, pero la vista se les escapaba hacia unas tribunas a las que no paró de entrar gente durante una larga media hora. Una enérgica y calurosa puesta en escena antes del inicio del acción. El Baskonia rompió la rutina de entrenamientos en soledad, cerrados a cal y canto, por segunda vez este año y superó las previsiones de febrero (acudieron 1.500 seguidores en el sábado que se jugaron las semifinales de Copa) .

Por ello, habilitó dos puertas de entrada. En la 1, Lorenzo Berasategui y su familia se colocaron los primeros antes de las 5 de la tarde. «Yo creo que este año vamos a conseguir algo», se aventuraba el hombre. Junto a él, su hija Saioa, sonriente, de ojos oscuros y brillantes al saber que su favorito, Sedekerskis, continúa vestido de azulgrana. Su madre, Estíbaliz Saenz desvelaba que se hicieron abonados después de la pandemia, pero que el gusanillo azulgrana ya no se les va a ir. «Es para siempre».

Los primeros de la puerta 3 eran los jóvenes jugadores de Marias Miguel, Ander, Urtzi, Silvia y Aiala junto a sus padres. El quinteto acudía con un claro objetivo. «Venimos a aprender de ellos». Los chicos, de doce años, querían ver de cerca cómo Howard se genera sus tiros diabólicos. Las chicas, de nueve años, ver a Moneke, el más cercano con un público juvenil mayoritario.

Patricia Arbulo, con decenas de años como abonada a sus espaldas, aseguraba conformarse ya solo «con disfrutar». «Como en el año de Peñarroya.Se le criticó mucho por las eliminaciones tempranas, pero fue maravilloso». Otros seguidores allí presentes coíncidieron en su opinión, pero se mostraron ilusionados con que con Laso en el banquillo la historia puede ser aún mejor. «A la Final Four», decía el risueño Ander Azcarraga. Llevaba una pequeña libreta colgada del brazo para conseguir los máximos autógrafos posibles, que no pudieron ser muchos. Ante la gran cantidad de gente congregada, el club no dejó que los aficionados bajaran a la pista y lo compensó con una serie de sorteos.

Poca chicha hubo sobre el parquet en una sesión ligera que se le prolongó aproximadamente una hora. Varios ejercicios de tiro y un final con partidos de cinco para cinco. Los primeros quintetos fueron Forrest, Howard, Ndiaye, Moneke, yDiop vestidos de negro y Baldwin, Cabarrot, Rogkavopoulos, Sedekerskis y Donta Hall de blanco. Ganaron los primeros gracias eminentemente a canastas triples, aunque la capacidad de salto de Hall, con dos mates espectaculares, fue lo que más asombró a los aficionados.

Finalizada la sesión, hubo una rápida presentación de los jugadores antes de que Pablo Laso tomara la palabra. «Estoy muy emocionado. No esperábamos que viniera tanta gente. Nos ha sorprendido. Demuestra las ganas que tenéis«, agradecía el técnico. »Me gustaría que la ilusión de todos hoy la tengamos todo el año. Es muy largo, si se mantiene la ilusión, tendremos un gran año», dijo con la voz algo temblorosa.

Al capitán Sedekerskis y Howard también les costaba encontrar las palabras. «Espero que hayáis pasado buen verano, muchas ganas, joven y con vuestro apoyo podemos conseguir muchas cosas«, explicaban. »Es fácil explicar el carácter Baskonia. Lo que se ve aquí, dejárselo todo por todos. Dar el 100% y que pase lo que tenga que pasar pero sin bajar la cabeza. Sois los mejores, os queremos y vamos a llenar el Buesa todos los partidos», han cerrado.