Baskonia 110-94 Obradoiro

Otro recital ofensivo implacable del Baskonia

El Baskonia cree a pies juntillas que puede acabar primero de la liga regular de la ACB. Sin la Euroliga de por medio y con el afán de rubricar su atractivo estilo de juego con un gran resultado en una de las tres competiciones en las que participa, los jugadores azulgranas dejaron a un lado el desgaste de las últimas semanas y el fantasma de la relajación para presionar al Barcelona en la lucha por el primer puesto. Con una puesta en escena arrolladora, asestaron un 34-9 de parcial en el primer cuarto. Un puñetazo para fulminar casi por completo la adrenalina que genera siempre un encuentro igualado.

El cuadro alavés desbordó al Obradoiro con una circulación de balón soberbia que se escenificó en la última jugada del primer acto. Howard deshace el dos contra uno de la defensa gallega y entrega el balón a Costello en el poste bajo. Raieste corta por la calle central y con un toque de dedos, deja liberado a Dani Díez, que dobla a Heidegger, que convierte su cuarto triple. Los puntos llegaban por oleadas. La de Darius Thompson es de las que rompen con elegancia contra el acantilado. 11 tantos de inicio y testigo para Heidegger, con 14 al término de los primeros diez minutos. Dani Díez tomó el relevo, con tres triples casi consecutivos y una canasta más adicional que de haber convertido hubiera supuesto anotar 50 tantos en 15 minutos. Una delicia para los ojos.

Hubo un momento, cuando Thompson puso el 51-26, que tener algún aliciente más en el partido parecía la cosa más difícil del mundo después del recital ofensivo desplegado por el Baskonia. Quedaba, sin embargo, demasiado tiempo como para rebajar la tensión defensiva y dedicarse únicamente a deleitar al público. El Obradoiro, que en el primer cuarto erró sus ocho intentos de triple, siguió lanzando atemorizado por la tiranía interior de Kotsar y Costello. Los de Peñarroya vieron cómo Robertson enfundó su fusil y recortó distancias. Llovieron los triples sin respuesta. Y en los que fallaba, sus compañeros se encargaban de capturar el rebote -11 en total- y darle segundas y hasta terceras opciones.

Álex Suárez colocó desde la larga distancia el 65-57, minuto 26. Bajó por primera y casi única vez la barrera de los diez puntos y ni aún así hizo peligrar la victoria azulgrana. Porque Robertson se fue un rato a descansar al banquillo y entre Thompson y Kotsar sentaron cátedra por enésima vez sobre cómo debe ser la conexión entre un base y un pívot.

Howard, que terminó con molestias en la rodilla, anotó sus únicos puntos al inicio del último cuarto y devolvió los veinte de ventaja. Ya solo quedó paso para la incredulidad. A la falta antideportiva a Kotsar tras revisar un trompicón sin intención, a la sensación de que, con 98 puntos a favor, ningún jugador azulgrana quería lanzar a canasta para no tener que pagar las pizzas que suponen alcanzar la centena en el régimen interno del club. Costello terminó por responsabilizarse de la cuenta mientras Robertson culminaba su exhibición ofensiva entre aplausos de la grada azulgrana.