El Baskonia reapuntala su dirección de juego con el fichaje del estadounidense Lamar Peters

El Buesa Arena es su nuevo hogar. El club ha cerrado esta noche su incorporación hasta final de temporada, lo que supone un paso de gigante para la corta carrera del jugador norteamericano. Lamar Peters afronta el reto de pasar de ser una figura estelar de una escuadra modesta como el Bursaspor a encajar en el engranaje de un Baskonia en apuros. El conjunto turco le sirvió como puerta de entrada a Europa en diciembre del año pasado, donde no tardó en hacerse un hueco en la rotación. Promedió 9,9 puntos y 6,4 asistencias en casi una treintena de minutos en cancha por partido. Un estreno prometedor.

En Turquía se mostró como un base con buen manejo de balón, zurdo y agresivo en defensa. Destaca por su fortaleza física, carácter aguerrido y una buena visión de juego. Manda y dirige. Juega y hace jugar. La duda es a qué nivel. Solo ha disputado 21 partidos en Europa. 3 en la Eurocup, en los que promedió 18,7 puntos, 7,3 asistencias y 1,7 robos. Sus sugestivas dotes deberán ser examinadas en la ACB y la Euroliga, dos competiciones de máxima exigencia e inexploradas por el joven timonel de Louisiana.

Aunque lo más sorprendente de sus estadísticas fue su 60% de acierto en triples (12/20) en la segunda competición continental. En la liga de desarrollo de la NBA, su lugar de acogida en su primera temporada como profesional y en la que firmó 17,8 puntos, 7,3 asistencias y 1,4 recuperaciones, registró un 40% desde la larga distancia. Sin embargo, es de naturaleza inconsistente en el tiro. Su porcentaje en la liga turca ha sido del 26% y se le ha visto sufrir desde la línea de tiros libres. Se siente más cómodo en penetración, casi siempre por su lado izquierdo, aguantando los contactos. Mantiene un parecido físico, especialmente de perfil, a Kyle Hines (Armani Milán). Con menos cuerpo, pero también fuerte de piernas.

Formado en la universidad de Mississippi State, con un rendimiento discontinuo (semanas en las que superaba los 27 puntos y otras en las que no llegaba a 3), Peters buscó también dar el salto a la NBA. Primero a través del Draft. En 2018 se borró a última hora, pero se apuntó al de 2019, renunciando a su último año universitario. Ninguna franquicia apostó por él. Lo intentó entonces a través de la liga de verano. Le admitieron los Knicks, llegándole a hacer un contrato no garantizado al que pusieron fin antes de llegar a debutar. Le hicieron un hueco en el filial, donde su buen rendimiento tampoco le abrió esa puerta, por lo que decidió explorar la vía europea, bastante prolífica en el caso azulgrana.

El joven base estadounidense ocupará la plaza de extracomunitario que hasta ahora le corresponde a Alec Peters (con el que no mantiene ningún vínculo familiar), que hoy ha sido operado en Chicago de una lesión meniscal que le mantendrá alejado de la cancha varios meses más. El club es consciente de ello y se plantea explorar el mercado para reforzar la posición de ala-pívot, no sin antes conocer el periodo de baja exacto del segundo capitán azulgrana.

La llegada de Lamar Peters tiene otro golpe de efecto. Convierte en definitiva la apuesta como escolta por Wade Baldwin, quién ocupa la otra plaza reservada para extracomunitarios en la liga ACB. Una pareja de generadores que, sobre el papel, parece complementaria y podría servir para relanzar al club tras cuatro derrotas consecutivas. Aunque los galones y la experiencia le seguirán correspondiendo a Granger, con un Arturs Kurucs al alza.