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Kamar Baldwin avanza con el balón hacia el aro rival bajo la mirada de Juhann Begarin. Daniel Pérez
Baldwin asoma en el triunfo baskonista ante el Mónaco (82-73)

Pretemporada del Baskonia

Baldwin asoma en el triunfo baskonista ante el Mónaco (82-73)

El base estadounidense deja destellos de calidad y buen gobierno al timón en un Baskonia que sabe dominar al plantel monegasco desde el primer cuarto

Carlos Pérez de Arrilucea

Viernes, 6 de septiembre 2024, 19:52

Transcurre el verano de agujetas, sudor y ensamblaje para el Baskonia, que se impuso anoche en el tercer partido amistoso de la pretemporada al AS Mónaco (82-73). El duelo inauguró el Torneo Costa del Sol en la la localidad malagueña de Manilva. Primer encuentro de la fase de preparación con público, taquígrafos estadísticos y la imagen del encuentro vía 'streaming'. Lo de incluir narradores puede que quede para otra ocasión. Parece que hay algunos oficios como el de contar un encuentro a pie de cancha que están en vías de extinción.

A cambio, el sonido ambiente, con los gritos del público, la estridencia de la bocina, el chirriar de la zapatillas, las voces de los jugadores y alguna que otra bronca por parte de los técnicos Pablo Laso y Sasa Obradovic. Por cierto, el técnico vitoriano estuvo aleccionador y paciente desde el área técnica, pero su furia en un tiempo muerto tras el amago de remontada del Mónaco en el cuarto final dejó claro que tonterías, las justas. Incluso en pretemporada.

La expectación por ver en acción a este nuevo Baskonia chocó de manera lógica con la habitual falta de rodaje a estas alturas de pretemporada. Nada que achacar a ninguno de los dos equipos por la falta de ritmo y conjunción. Al menos, el hecho de que Pablo Laso pueda contar con la gran mayoría de sus efectivos, a excepción de Jaramaz, permite formular mil y una hipótesis sobre los caminos que puede tomar el técnico vitoriano y el tipo de potencial individual de los recién llegados.

El Baskonia arrancó con mayor plenitud en un primer cuarto resuelto con un 17-8, se durmió un tanto en el segundo para llegar al descanso con un 40-35 y después aceleró de pleno en el tercero con un parcial de 28-15 que le permitió controlar cualquier propósito de acercamiento por parte de la escuadra monegasca, que no pudo contar con una de sus grandes atracciones, Mike James.

Simulacros

El triunfo ayuda a construir, invita a pensar que el camino para jóvenes como Savkov, Raieste y Ndiaye puede ser pedregoso y también permite ver cómo asoma un Kamar Baldwin (12 puntos, 6 asistencias y 18 de valotación) que gana argumentos para convertirse en el timonel principal del equipo vitoriano. De inicio en el quinteto en cancha, el jugador de Georgia mostró dotes de mando, habilidad anotadora y pujanza muscular. Siempre dentro del clásico marasmo estival que convierte este tipo de partidos en poco menos que simulacros, muy alejados de lo que pueda suceder con los mismos protagonistas dentro de tres o cuatro semanas.

Tras la dirección de Baldwin, transitó un Baskonia borroso, con un Howard tranquilo o la fuerza emergente en la línea exterior de Luwawu-Cabarrot, llamado a ser uno de los pilares del perímetro azulgrana. Si hay que hablar de torres, queda todavía un mundo para el ensamblaje de Donta Hall (6 puntos, 1 rebotes y 6 de valoración) y Khalifa Diop (4 puintos, 2 rebotes y 1 de valoración), que no siempre se impusieron a pares de alto rango físico como Mouhammadou Jaiteh. (14 puntos, 6 rebotes y 21 de valoración).

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