Baskonia 90-84 Manresa

Howard contiene la inquietud del Baskonia

La situación clasificatoria al descanso era de lo más inquietante para los intereses vitorianos por regresar al play off. Apenas dejaba margen de error en las diez jornada que aún restan a un equipo reñido con la regularidad y flácido en la pelea cuerpo a cuerpo. «Blandos», les riñó Laso en un tiempo muerto del tercer cuarto. Hubo reacción (28-15) y se llevó un triunfo revitalizante para afrontar la semana turca (Efes y Fenerbahce) que acabará en Lugo en una salida de lo más compleja.

El segundo cuarto volvió a mostrar la peor cara de este indescifrable Baskonia. Parado en ataque, desconectado en defensa, de nuevo con una pérdida de balón en un saque (esta vez en ataque) y problemas en el bloqueo directo y el rebote defensivo (10 en ataque para el Manresa, 31-35 a su favor) y una noche horrible en el tiro libre (26 de 38 al descanso). 12 puntos a priori sencillos desperdiciados, pero que quedaron en mera anécdota por, entre otras cosas, los 21 lanzamientos menos que dispuso el Manresa, bien armado pero mucho más escaso de recursos con las bajas de Hunt y Traoré.

El conjunto de Diego Ocampo dominó la primera parte gracias a un Derrick Alston inspiradísimo que luego desapareció. El hijo de uno de los verdugos de aquella ACB del 99 que el Baskonia perdió en la final se desconectó tras el paso por los vestuarios y dejó al Manresa sin un foco de ataque en el que guiarse. Mientras tanto, Howard siguió a lo suyo y encontró aliados con los que corregir el rumbo. Especialmente Forrest, que hizo gala de sus capacidades para robar y pasar en ataque. Se quedó a una asistencia de su segundo doble-doble consecutivo, además de registrar 6 recuperaciones claves para cortar el alto ritmo de juego catalán.

Los de Laso arrancaron con el mismo quinteto y parecía que similar idea que el jueves. La única novedad era el regreso de Moneke. Howard lanzó siete triples en los seis primeros minutos. No estuvo muy certero, pero su impulsividad en el lanzamiento incrementa el número de posesiones del Baskonia. De eso se aprovecha el estadounidense, pero también todo el equipo, incluido un Forrest con menos responsabilidad para iniciar los ataques y amasar el balón, su mayor lunar, y más incidencia a la hora de generar a través del pase.

De los 34 primeros puntos del Baskonia, 17 fueron de Howard. Por entonces, el Baskonia ya había recibido un primer parcial de 5-14 al inicio de un segundo cuarto inmaculado para el Manresa (26-34), con 6 de 6 en tiros. Los azulgranas se acercaron hasta el 40-42, pero un desconcertante quinteto final sin amenaza exterior, con Forrest, Jaramaz, Raieste, Sedekerskis y Diop, mientras Hall se quedaba en el banquillo por un golpe y Cabarrot lastrado por las faltas, volvió a disparar al Manresa hasta el 41-49.

Los tímidos pitos en el Buesa fueron sustituidos por los aplausos de alivio en la segunda mitad. La escuadra vitoriana no bordó el baloncesto como ante el Bayern pero mostró una línea regular por encima de la media del curso para abatir a un rival directo sin excesivo sufrimiento. Aparecieron Rogkavopoulos y Moneke en el último cuarto en el que sólo Saint-Supéry mostró ímpetu para darle una última vuelta al marcador. Llegó la novena victoria seguida en el Buesa Arena antes de tres salidas.