Baskonia
Una cuestión de prestigioBaskonia
Una cuestión de prestigioEl Baskonia volvió de Madrid con una victoria importante, no trascendental, porque en el deporte nada lo es. Cuatro jugadores se bastaron para derrotar al mejor equipo de la fase regular de la Euroliga. Codi Miller-Mcintyre renunció desde el primer minuto a ... tiros que groseramente le ofrecía el contrario, no cayó en la tentación y sumó para la causa de su equipo. Markus Howard, todavía perseguido por el lebrel Causeur y más tarde por Hezonja, tuvo la noche con la que sueña el mejor tirador. Matt Costello -ya conocen mi admiración por él- lo hizo todo. Y Tadas Sedekerskis, con catorce rebotes y el derroche físico habitual.
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Al Real Madrid se le rompen las costuras por el rendimiento de Walter Tavares. Tengo la sensación de que la etapa del pívot caboverdiano vestido de blanco está tocando a su fin. Lo noticiable es ver al Baskonia en la segunda fase de la máxima competición continental. Disputará el novedoso play in, que ayuda a mantener un mayor número de equipos en tensión en la recta final de la fase regular. Y una cuestión de prestigio continental para la escuadra vitoriana.
Sin descanso, ni tiempo de preparación, incluso con ciertas reglas de juego diferentes, llega el partido de Liga ACB frente al Valencia Basket. Los dos equipos lo afrontan con resaca: los alaveses por el cansancio y la relajación que supone la victoria reciente en el frente continental; y los valencianos, sumidos en la brutal crisis que ha supuesto el cese de Álex Mumbrú tras una fea derrota que da lugar a un excesivo castigo. Mal asunto que el público fuerce al club a tan precipitada decisión.
Desde estas realidades me gustaría saber qué bulle en la cabeza de los entrenadores. ¿Volverán a jugar treinta minutos los mejores jugadores del Baskonia? La muchachada valenciana, tan desmotivada hace tres días ante el Asvel Villeurbanne, ¿querrá reivindicarse? Todo son incógnitas en un partido importante que puede decidir algunas cosas en materia clasificatoria.
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Mientras tanto, las noticias que llegan de la Euroliga son de cambios inminentes. Tal vez no a corto, pero sí a largo plazo. Llaman a la puerta de la primera competición europea aspirantes tan importantes como París y Dubái; el Presidente de la Fundación Unicaja, dueña del equipo, muestra su interés por la máxima competición continental -importante cambio de criterio- y el Valencia Basket está presto a inaugurar un impresionante pabellón financiado por Juan Roig. La solvencia económica del empresario y la importancia de la ciudad puede animar a los rectores de la Euroliga a garantizar su presencia en la competición. Y los equipos rusos, esperando a que acabe el conflicto bélico. Lo indudable es que a nuestro país no le concederán mas plazas, incluso le pueda costar trabajo mantener sus cuatro participantes.
Al Baskonia, a pesar de su posición de privilegio como socio fundador, le pueden temblar las piernas en un futuro a medio plazo. La mejor manera de ser fuerte es mantenerse en la zona alta de la clasificación y no caerse de los play off. Para que esto sea así el club, antes o después, tendrá que plantear una plantilla con prioridad europea, en la cual dos o tres jugadores de esa plantilla descansen en la temporada de la ACB. La parte positiva de este planteamiento seria que a los jugadores jóvenes, como Sander Raieste, no le costase abrirse camino tanto tiempo como en su momento le sucedió al hoy fundamental Tadas Sedekerskis.
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