Baskonia ACB

Media docena de razones baskonistas para creer

Tres ya estaban antes de arrancar el ejercicio y otros tantos han descubierto por primera vez las entrañas del vestuario local en el Fernando Buesa Arena. A nadie se le oculta que el vértigo ante las novedades no cuadra con el carácter inquieto a la fuerza de la entidad vitoriana. Un club que sondea como pocos los mercados emergentes y releva los reyes emigrados a otros sitios con la llegada de monarcas nuevos. Thompson, Howard y Kotsar pertenecen a la última especie. Mientras que Giedraitis, Sedekerskis y Costello ya habitaban de antes el húmedo ecosistema de Salburua.

El Baskonia rescató a Darius del enrarecido ambiente ocasionado por la invasión rusa de Ucrania. Jugaba en el Lokomotiv Kuban cuando el expansionismo de Putin traspasó la frontera de la soberanía nacional y le obligó a buscar nuevos parqués donde desarrollar su privilegiada mente de creador. Llegó sin ruido en el verano y, pese al carácter discreto con el que se mueve sobre la pista, ya no existe buen aficionado o seguidora al deporte de la canasta a quienes no cautive su talento. Excelente físico, muy buena disposición defensiva y esa facilidad consustancial que le faculta a generar por sí mismo y nutrir a sus compañeros. Todo un chollo para los pívots, uno de los formidables bases azulgranas y miren que el conjunto vitoriano ha dispuesto de excelentes directores a lo largo de su historia.

Si quieren impactos súbitos nada mejor que seguir con los ojos de la efervescencia el hipnótico baloncesto ofensivo de 'san' Markus, voraz lector de las Sagradas Escrituras. Repudiado en la NBA por su escasa estatura, Howard vuelca en el baloncesto europeo la lava de su volcán incandescente. Como tirador supremo que es alterna actuaciones soberbias con bajadas de tensión llamativas. Pero son de tal calibre las convulsiones que origina que los rivales se notan tan vulnerables como potente el equipo alavés. Triples paranormales tras botes trileros de una pierna a la otra o saliendo de bloqueos indirectos.

No requería Maik de la fama que le procuró Txus Vidorreta en el célebre tiempo muerto de la primera vuelta liguera para reivindicarse como un 'cinco' de categoría. Uno de esos hallazgos del ojo de halcón azulgrana, un pívot clásico en esta era de ogros defensivos o interiores abiertos al arco de tres puntos. Entregado a la causa, en cuarto creciente durante la temporada y hábil ejecutor del 'pick and roll' con ambas manos pese a condición de zurdo cerrado. ¿Actitud? Muye buena a la vista de sus progresos en el tiro libre.

A la nómina se une otra terna conocida en Betoño. La compuesta por los dos lituanos del equipo azulgrana y ese Matt que no entiende de dosificaciones sobre la cancha. Rokas cumple su tercera temporada en Zurbano y muestra la capacidad adaptativa del camaleón. El tirador llegado de Berlín en el verano de 2020, consciente de la cantidad de compañeros a quienes se les caen los puntos de las manos, abraza el papel de hombre-orquesta con una mejoría rebotadora sustancial. Mientras que Joan Peñarroya ha devuelto a Tadas, condicionado a su pesar por las lesiones, al escaparate tras enviarlo Neven Spahija al fondo del almacén.

Y Costello acentúa su rango de viga maestra del cuadro vitoriano por cuanto produce en números y también en lo que este deporte conoce como intangibles. El espíritu de un gladiador forjado en la fragua de Michigan State.