Fichajes Euroliga

El Baskonia ultima el fichaje de Moneke para reforzar el puesto de ala-pívot

La operación avanza por el buen camino a falta de que se oficialice la rescisión del interior africano con el Mónaco. El movimiento se empezó a gestar el pasado 5 de julio en el momento en el que el club monegasco le comunicó que no contaba con él para la próxima temporada. Ese mismo día, el Valencia Basket incluía a Jasiel Rivero en el tanteo, el primer jugador que la dirección deportiva azulgrana sondeó de cara a reforzar el juego interior en el puesto de 'cuatro'. Se obstruía una vía y se abría otra. La del jugador que despuntó en el Manresa de Pedro Martínez en la temporada 2021-2022, que logró una oportunidad infructuosa en la NBA y ahora quiere asentarse en la Euroliga después de una carrera repleta de idas y venidas.

Nació en la capital de Nigeria, pero a los 17 años ya había vivido en los cinco continentes. Hijo de diplomáticos, tuvo una irrupción tardía en el baloncesto. Tras varios sinsabores en Australia y Estados Unidos, su carrera profesional empezó con tres temporadas en la segunda división francesa (Rouen, Denain, Quimper) hasta que sus cualidades llamaron la atención del Manresa. «Un jugador atlético, joven y con hambre. Mostraba energía y mucha actividad. Era como hiperactivo...», apuntó Xevi Pujol, el director deportivo del club catalán, meses después de su contratación.

Moneke es muy distinto a Hommes. Si el estadounidense acreditó casi un 50% en triples, el lanzamiento exterior del internacional nigeriano es inconsistente. 29% de acierto en su año en la ACB. Tiene también la limitación de la altura (1,98), pero la subsana con su fuerza, con un músculatura híper fibrada y una rápida actividad de piernas y manos que le convierten en un especialista en defensa. Tiene una fisionomía de atleta y, pese a que en sus inicios jugaba sobreexcitado, ha asimilado notables conocimientos tácticos para aprovechar los espacios y canalizar toda su energía.

Moneke se metió a la afición manresana en el bolsillo desde el primer momento. El Nou Congost le idolatra por una temporada para la historia del club y del propio jugador. Promedió 14,8 puntos (el sexto máximo anotador de la ACB), 8,4 rebotes (el segundo mejor), 20,9 de valoración (tras Musa y Shermadini) y 1,7 recuperaciones, el mejor de una liga en la que el Manresa jugó la Copa y el play off. Números de MVP con los que dio el salto a la NBA.

Los Sacramento Kings le permitieron cumplir su sueño. Se hicieron con sus servicios con un contrato dual (entre el primer equipo y el filial) que se saldó con solo 2 partidos en la NBA. Las pinceladas en la liga de desarrollo le sirvieron para mantener su caché y debutar en la Euroliga tras ser cortado por la franquicia californiana.

Llegó en enero al Mónaco con un contrato hasta 2024 y disputó 16 encuentros con un protagonismo irregular y dos actuaciones clave. El quinto partido de la serie de play off ante el Maccabi, capital para lograr el pase a la Final Four con 10 puntos y 4 rebotes y su enérgica defensa, y la exhibición de fuerza demostrada en el Buesa Arena ante el Baskonia, con 14 puntos y 13 rebotes. Logró 26 créditos de valoración y compartió MVP de la jornada con Deck. La dirección deportiva y el propio pabellón de Zurbano le cogió la pista.

Sin demasiado protagonismo en el tramo final de temporada, el Mónaco le comunicó que no tendría oferta de renovación. Un disgusto, tal y como reflejó en Twitter, tras un año en el que apenas ha podido divertirse sobre la pista. «El baloncesto es lo que me hace feliz y me ha hecho vivir las mejores experiencias de mi vida. Para mí es un juego», contó en una entrevista con este periódico.

A sus 27 años, la edad perfecta para un jugador con todavía margen de crecimiento, con un año de experiencia al más alto nivel y dotes de liderazgo, su impacto trasciende más allá de la pista. Se trata de un jugador carismático, que conecta con la afición, que celebra cada acción positiva del equipo como un gol y que levanta el ánimo de los compañeros y de la grada. Salvando las distancias y evitando las comparaciones, estilo Pierriá Henry. Con un look todavía más particular que el del base inhabilitado por la FIBA en su primera etapa azulgrana. Rastas más largas, cinta en el pelo y gafas protectoras (es miope y detesta las lentillas). El Baskonia prometió en su campaña de abonados «increíbles shows». Con el fichaje de Moneke, el espectáculo estaría garantizado.