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Carlos Pérez de Arrilucea
Domingo, 22 de diciembre 2024, 00:13
La temporada 2023-24 del Baskonia quedó resuelta en lo deportivo con la meritoria participación en cuartos de la Euroliga y un suspenso general en la ACB tras quedar fuera de la Copa por segunda vez en las tres últimas campañas y de los play ... off por el título liguero después de cuatro décadas de presencia ininterumpida. El dispar rendimiento deportivo fue de la mano con un resultado económico que se resolvió en positivo. Tal y como muestran las cuentas anuales que se sometieron a aprobación anteayer en la Junta de Accionistas baskonista, el ejercicio 2023-24 se saldó con un resultado positivo de 121.737 euros. Según la documentación presentada a la que ha tenido acceso EL CORREO, el superávit se resuelve tras acreditar un importe de la cifra de negocio que ascendió a 14 millones de euros tras registrar una reducción de ingresos del 2%.
El balance económico se saldó en positivo en una campaña en la que hubo un incremento cercano al millón de euros en lo que respecta a la inversión en plantilla deportiva en comparación con la campaña 2022-23 hasta alcanzar los 8,5 millones. Eso sí, la memoria económica anual azulgrana incluye en este capítulo una partida de 317.547 euros en concepto de indemnizaciones. El club tuvo que afrontar las consecuencias económicas de las rescisiones de contrato de Joan Peñarroya y de Nico Mannion.
El Baskonia registró beneficios netos de un millón de euros por la venta de jugadores durante el ejercicio 2023-24, en el que se cerraron los traspasos de Darius Thompson al Efes y de Sidy Cissoko a los San Antonio Spurs. La cifra se reduce respecto a la anterior campaña, en la que llegó a 3,94 millones. En este último ingreso se incluyeron los dos millones que el club confiaba en obtener de la denuncia contra Luca Vildoza por incumplimiento de contrato. El litigio se cerró el 19 de noviembre con la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que ratificaba la sentencia inicial de los juzgados de lo Social vitorianos que obligaba al jugador a abonar un millón de euros. Todo apunta a que la memoria anual sometida a la aprobación de los accionistas está redactada antes de la resolución del caso. En el escrito, se confirma lo adelantado en su día por EL CORREO, que la Euroliga abonó el millón de euros a través del fondo de compensación de la competición mientras los recursos de club y jugador tras la sentencia en primera instancia eran objeto de deliberación por parte del Tribunal Superior. Sin embargo, ese segundo millón cuyo abono no prosperó tras el dictamen definitivo se mantiene como cantidad «pendiente de cobro». En su memoria contable, el club insiste incluso en que «existen suficientes argumentos jurídicos a su favor» para una resolución que, finalmente, no colmó las perspectivas azulgranas. Los dos millones que la entidad de Zurbano aspiraba a obtener por el pleito contra el argentino fueron incluidos como ingresos de la campaña 2022-23, resuelta con un exiguo superávit de 25.893 euros.
Las cuentas azulgranas revelan la compleja existencia económica de un club asentado en un mercado limitado y obligado a competir en la ACB y la Euroliga con oponentes de chequera mucho más gruesa. Sin embargo, también enseñan las vías para apoyarse en un inestimable compañero de viaje como el Deportivo Alavés. La cuenta de pérdidas y ganancias azulgrana contempla un ingreso de 3 millones de euros en concepto de 'management fee' al club albiazul. En términos más llanos, se trata de la tarifa que aplica el Baskonia por llevar las riendas albiazules, equivalente al 4% sobre el presupuesto anual de ingresos alavesista. Para un club de baloncesto, se trata de un 'pellizco' fútbolístico nada desdeñable, que aumentó la pasada campaña en poco más de un millón de euros respecto a la anterior después de que el Deportivo Alavés volviera a Primera División.
El informe de gestión baskonista también subraya «un resultado positivo» de 3,5 millones de euros que empuja lo suyo hacia el balance positivo derivado de «un contrato de promesa de compra-venta de la participación del 39.55% del Bakh» entre Ondare Saski Baskonia y el propio club azulgrana. Este punto ahonda en una compleja fórcmula de transmisión de participaciones entre las diferentes figuras societarias que conforman el patrimonio del Grupo Baskonia-Alavés. El movimiento afecta al equilibrio de la propiedad de la ciudad deportiva baskonista, también participada por el Deportivo Alavés, que compartía con el club azulgrana las responsabilidades del pago del crédito con el que se financió una instalación en funcionamiento desde octubre de 2008.
3,5 Movimiento societario
El balance de pérdidas y ganancias de la pasada campaña arroja un «resultado positivo» de 3,5 millones que es el producto del contrato de promesa de compra-venta de un 39% de la participación del club en su ciudad deportiva a Ondare Saski Baskonia.
Las cuentas cuadran en positivo, pero la memoria contable azulgrana de la temporada 2023-24 muestra una diminución de ingresos más o menos leve según los apartados en comparación con el curso anterior. Caen las ganancias por abonados (1,4 millones), los ingresos por derechos de retransmisión (2,6 millones) y los que atañen a comercialización y publicidad (5,3 millones). La disminución acumulada en estos tres apartados se sitúa en 1,8 millones de euros, muy marcada por la marcha de la firma Cazoo como patrocinador principal, según se apunta en la memoria económica azulgrana. Por otro lado, la recaudación en taquillas sí experimentó un ascenso hasta alcanzar 1,6 millones. Ayudó la disputa de los cuartos de final de Euroliga, cuyo único duelo en casa quedaba fuera del abono de temporada.
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