Una Euroliga de banquillos con solera y pocos novatos

Un torneo en el que tampoco destaca la presencia de exbaskonistas. Solo dos técnicos, más allá del propio Laso, saben lo que es jugar o entrenar en Vitoria: Joan Peñarroya a los mandos del Barcelona y Tiago Splitter, además debutante, en el banquillo del París. Ambos son dos de las pocas novedades que presenta el torneo. Si por algo destaca la nómina de dieciocho banquillos, es por la continuidad. Solo cuatro clubes estrenan entrenador. El abanico de técnicos con solera es cada vez más reducido y los clubes no quieren quedarse sin uno de ellos.

Así que, por ejemplo, el vigente campeón mantiene la total confianza en Ergin Ataman. No en vano el turco devolvió la gloria a un Panathinaikos que parte como máximo favorito. El excéntrico técnico ha ganado, con el club griego y el Anadolu Efes, tres de las últimas cuatro Euroligas. Solo le superan Ettore Messina, que sigue en el Armani Milán, y el emperador del baloncesto continental, Zeljko Obradovic. Se mantiene en un Partizan que ha incorporado al exbaskonista Vanja Marinkovc y aspira a mejorar de forma notable sus resultados del pasado curso. Entonces ni siquiera jugaron el play in. Obradovic tiene en el horizonte llevarse su décima Euroliga.

También Chus Mateo (Real Madrid) y Georgios Bartzokas (Olympiacos) han ganado la competición. En el otro extremo queda el debutante Splitter, sin miedo a que su estreno como primer entrenador sea en un París que también debuta en la Euroliga. «Estoy muy seguro de mí mismo, conozco lo que sé de baloncesto, cómo se juega en Europa, cómo tratar a los jugadores...», explicaba hace unos días en EL CORREO. El otro debutante es mucho más veterano. Gordon Herbert llega al Bayern tras llevar, hace un año, a la selección alemana al título mundial. A sus 65 años vive su bautismo en la élite continental después de una trayectoria curtida desde la modestia. Como jugador disputó toda su carrera en Finlandia y, ya como técnico, dio el salto a Alemania, donde al cabo de dos décadas al mando de diversos clubes tocó el cielo con la selección. Al término de los Juegos Olímpicos se dedicará íntegramente al Bayern.

El resto de bancos conserva a sus inquilinos. Luca Banchi sonó para el Baskonia pero se mantiene al mando del Virtus. También el modesto proyecto del Asvel mantiene su fe en un Pierric Poupet que llegó al cargo como interino. Lo mismo pasa con Tomislav Mijatović en el Anadolu Efes. Su rival ciudadano del Fenerbahce espera que la apuesta de mitad de curso por Sarunas Jasikevicius se consolide, igual que la del Estrella Roja por Ioannis Sfairopoulos o la del Zalgiris por Andrea Trinchieri. Tampoco hay cambios en Mónaco (Sasa Obradovic), Alba Berlín (Israel González) o un Maccabi (Oded Katash) que continuará disputando sus encuentros como local en Belgrado.