El mal arranque liguero del Baskonia provoca una sensación de 'deja vu'. El conjunto azulgrana mantiene el patrón del curso pasado de mostrarse falto de energía en los partidos del fin de semana y vulnerable a la hora de defender. Ningún equipo de la ACB ... ha encajado más puntos en contra en el último año como el vitoriano. Acabó el curso pasado con una media de 88,35 (3.004 en total) tantos recibidos, una losa que supuso quedarse sin jugar la Copa y el play off por primera vez en su historia. Si se sustituye las primeras seis jornadas de la campaña 2023-2024 por las del presente ejercicio, la cifra se eleva hasta los 89,67 (3.049).
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89,67
es la media de puntos recibidos entre estas 6 jornadas y las 28 últimas del pasado.
Los viejos fantasmas comenzaron a sobrevolar después de la inesperada derrota en el Buesa Arena ante el Andorra en el segundo partido de liga. Pablo Laso habló entonces de «dar un paso adelante en esfuerzo y concentración» después de retrasar su comparecencia ante los medios durante casi una hora. Mantuvo una larga charla con sus jugadores para hacerles entender sus errores y llamó a la reflexión general. Un toque de atención que pareció surtir efecto. El equipo azulgrana ha mejorado en este último mes y ha obtenido victorias de valor como la del Palau, pero el clic a nivel defensivo no se ha terminado de producir a tenor de los puntos recibidos.
La trayectoria azulgrana en la Euroliga demuestra que no se trata de una carencia en la confección cualitativa de la plantilla. Transcurridas siete jornadas de la máxima competición continental, el Baskonia cuenta con la segunda mejor defensa de Europa. Recibe apenas 73,6 puntos por encuentro, solo superado por el Zalgiris (71,4), líder en solitario hasta la fecha. Un poderío y una solidez que, con los mismos jugadores, no ha escenificado en el torneo doméstico, donde las cuatro derrotas en seis partidos igualan su peor inicio en la historia reciente. Con casi 90 puntos de media en contra, los azulgranas solo han estado en puestos de play off en 10 de las últimas 34 jornadas.
La estadística avanzada coloca al Baskonia como el equipo que más sufre a la hora de proteger su aro. El ratio defensivo analiza la cantidad de puntos que permite un equipo a lo largo de 100 posesiones. La cifra azulgrana es de 123,7 puntos, más elevada aún que la del Leyma Coruña, el equipo de la máxima categoría nacional que más puntos recibe en lo que va de año (559 por los 538 de los vitorianos). Una seria desventaja que la calidad ofensiva de los azulgranas, todavía con una fluidez intermitente, no puede revertir por ahora pese a ser el quinto equipo más anotador. Su ensamblaje ofrece todavía un margen importante de mejora.
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La menor tensión defensiva en los encuentros de la ACB se refleja en otro dato. El Baskonia es el equipo contra el que los rivales suman más asistencias, 20,7 por partido. En el último duelo, Carlos Alocén sumó 10 pases a canasta en sólo 17 minutos. «Los bases deben marcar el nivel defensivo del equipo», aseguró Laso tras vencer al Milán para alabar la actitud de Jaramaz. La grieta ante el resto de timoneles se cruza con la fisura que supone tener que desconvocar en cada partido a uno de los bases estadounidenses. La plantilla azulgrana está conformada por tres jugadores extracomunitarios y solo se pueden citar dos en Liga. Con Howard como pieza intocable, Laso alterna los descartes entre Forrest y Baldwin mientras no se produzca el esperado cambio de estatus del segundo. Sacrificar a uno de ellos supone no contar con uno de los siete jugadores más utilizados en lo que va de curso.
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La falta de finura física, un problema que acecha a todos los equipos, tampoco le ha favorecido al Baskonia. Como ocurrió el curso pasado con Khalifa Diop, las bajas prolongadas de Sedekerskis y Raieste, dos aleros altos con cualidades importantes para el apartado defensivo, afectan a una estructura que ya ha tenido que hacer frente a jugar varios partidos con solo nueve efectivos. «Tengo la suerte de tener 16 jugadores capaces siempre de aportar», computa Laso en una suma que agrega a tres de los canteranos cedidos en el Clavijo, Vit Hrabar, Joseba Querejeta y Seydina Faye, todos aún sin debutar este curso.
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«A los jóvenes no hay que ponerse en el disparadero, si no darles oportunidad cuando todo el mundo está preparado para ayudar», defiende el técnico, que poco a poco hace hueco en la rotación a Ndiaye y Savkov. En sus escasos minutos han acreditado un nivel defensivo apto. El Baskonia necesitará de su aportación para tratar de allanar su hasta ahora trayectoria de dientes de sierra. No tanto por los resultados, ya que se ha quedado cerca de ganar en la mayoría de derrotas, sino a nivel de pulsión competitiva a largo plazo.
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