El Baskonia fulmina a Pedro Martínez y recurre a Perasovic

El banquillo baskonista vuelve a generar una corriente mortal que pone fin a la segunda etapa de Martínez en la casa azulgrana e inaugura la tercera como entrenador del croata. Vuelve la convulsión a un puesto de propiedad cambiante en las últimas temporadas. Martínez ejerció de apagafuegos en el arranque del curso anterior después de la renuncia de Pablo Prigioni y contribuyó a revivir a un equipo que alcanzó los cuartos de final de la Euroliga y la final de la Liga ACB, una meta que no había alcanzado la entidad vitoriana desde hacía ocho años.

Fueron resultados que constituyeron un aval suficiente para pactar la continuidad. Ahora, Martínez es la pieza sacrificada para reactivar a un equipo hundido en la Euroliga con un balance de dos victorias y cinco derrotas en el año en que la Final Four se disputa en Vitoria. El elemento reactivo no es otro que Velimir Perasovic, en paro desde que fuera despedido por el Anadolu Efes mediada la pasada campaña. El Baskonia recurre a un clásico que vuelve a estar a mano. Se trata de un cambio calcado al que abordó el club vitoriano en el inicio de la campaña 2005-06.

El movimiento que aborda el club tiene aristas más allá de lo deportivo. Se pone fin al gobierno de Pedro Martínez, que apenas ha superado un año en el que ha mantenido el puesto gracias a los resultados y consciente de que su perfil nunca terminó de encajar con el ideal del Baskonia y de su presidente, Josean Querejeta. Por otro lado, el retorno de 'Peras' no solo es un recurso de urgencia. También supone la firma de la paz, sentida o por conveniencia, entre la entidad azulgrana y el preparador de Split, censurado por el Baskonia tras su salida en el verano de 2016, cuando renunció al año que le restaba de contrato más al frente de la escuadra azulgrana para comprometerse con el Efes.

Aparcadas las cuentas pendientes, los intereses mutuos convergen de nuevo. Velimir Perasovic se dispone a reiniciar a un Baskonia marcado por su espiral descendente en la máxima competición europea. La derrota en la cancha del Buducnost corroboró el estado catatónico del equipo azulgrana y los serios problemas para que jugadores y entrenador encontraran soluciones de manera conjunta. El club vitoriano aborda un movimiento traumático para volver a coger el tren continental y mantenerse en la carrera por alcanzar los cuartos de final. Eso sí, la destitución de Pedro Martínez cuenta con su correspondiente trastienda. El clima interno entre el preparador catalán y la diligencia azulgrana no siempre se ha visto marcado por la sintonía plena. Después, ciertas decisiones técnicas en lo que respecta al reparto de jerarquías dentro de la plantilla también han sido objetivo de discusión. Al final, la soledad ha rodeado de manera gradual a Pedro Martínez hasta que el último eslabón, el de los jugadores, terminaba por romperse.

En su marcha, el técnico catalán podría también arrastrar a Lluis Riera, asistente de su confianza al que eligió el pasado verano para recomponer su cuerpo técnico. De consumarse este movimiento, el nuevo patrón podría también venir acompañado de nuevo lugarteniente. En este punto, cabe la opción de que Perasovic pueda repescar a Agustí Julbe, sin trabajo tras ser despedido del Fuenlabrada y con el que trabajó tanto en su última etapa en el Baskonia como en el Anadolu Efes.

Perasovic da paso a un estilo de entrenar y dirigir más visceral y directo, muy acorde a los gustos tradicionales de las altas instancias del Buesa Arena. Para la entidad azulgrana, resulta crucial reconducir la deriva actual en la Euroliga, pero también sacar del estado de letargo en que se ven sumidos algunos componentes de la plantilla baskonia. Por otro lado, la llegada de un nuevo técnico también obliga a la entidad que preside Josean Querejeta a reconsiderar su inmovilismo respecto a la búsqueda de posibles refuerzos. Hay carencias detectadas. Algunas deberá resolverlas 'Peras'. Otras, es muy posible que requieran de caras nuevas.