El carácter serbio del nuevo Vanja

Tres años de contrato, después de dos sin pena ni gloria en las filas del Valencia Basket. ¿Se había equivocado el Baskonia con una apuesta tan arriesgada? «Si trabajas duro y luchas, tu tiempo acaba llegando», ha asegurado en alguna ocasión. Dicho y hecho. La exhibición en Murcia merece los honores de ser el jugador más importante y determinante. Firmó 25 puntos, 18 de ellos de manera impecable en la primera parte, con 4 triples, un 67% en tiro de tres, un 50% en    tiro de dos, sumar 3 rebotes. Fue su tope anotador como baskonista. Merecida fue la efusiva felicitación del capitán Giedratis en el corro final, donde el alivio por la victoria en una cancha siempre caliente reconocía el trabajo bien    hecho. La lesión en el tobillo de Markus Howard en el minuto 3 empujó más si cabe al de Belgrado a apropiarse de más responsabilidad.   

E n ese reparto de descansos que aplica Joan Peñarroya con suma pulcritud, su decisión fue apostar por Marinkovic como timonel, aunque Thompson pusiera durante minutos su solvencia para la causa.    Significa otro plus de confianza, esa que desprende ya visiblemente incluso en el lenguaje no verbal. Sirva como imagen el 'roce' con Diop cuando el exbaskonista trató de levantar del suelo a Sedekerskis después de cometer una falta. 'Ili' se topó entonces con el manotazo del balcánico, expeditivo a la hora de alejar al 'enemigo' y decidido a marcar territorio. Una anécdota que muestra cuándo un jugador está o no está.

Son los pequeños detalles, esos de los que adolecía la    pasada campaña, en la que apenas promedió 5 puntos en la liga doméstrica y 3,4 en el máximo torne continental. El mismo que reconocía que el paso de la Eurocup,    competición en la que    participó con el Partizan, a la Euroliga le había costado.

Con actuaciones como la de ayer, Marinkovic constata que ya es un soldado más    a las órdenes de Peñarroya y que, con el calor de un público que empieza a entenderle, ha encontrado el camino. El pasado 22 de diciembre, en la victoria de    los alaveses en el Buesa Arena ante la Virtus    de Scariolo, hizo brillar su hoja de servicio con 22 puntos y 5 de 8 en    triples, un 62,5 % de acierto. El otro Vanja apenas superó    el 34% de acierto desde esa distancia. Pero eso ya es historia. Ayer tiró de un arsenal que parece infinito, lanzamiento exterior o penetraciones en ventaja, y supo guiar al resto que en la segunda mitad tomaron el relevo. Fue el caso de Kotsar. El estonio sembró el pánico en la pintura con 17 puntos dando equilibro. Tampoco se desedeñó el trabajo de Enoch que parece haber despertado de un excesivo letargo deportivo. Giedraitis puso dos triples en el momento preciso. Otra victoria coral para el zurrón.