El Baskonia, en busca de piezas para solucionar el puzzle de todos los veranos

Y en esa labor de maridar el hambre con la ganas de comer es en la que pasará el Baskonia gran parte de este semana. Con el primer plato elegido, Rokas Giedraitis, y una más que notable condimento al parecer ya encargado, Alec Peters, ahora toca que lo que se mantenga de la plantilla campeona, case y tenga sentido con los nuevo.

Así, hay dos frentes fundamentales en los que las oficinas del paseo de Zurbano tienen que tomar una decisión. La primera depende enteramente de ellos, confirmar que Pierriá Henry sigue. La segunda, es cosa de ambos lados. Ilimane Diop debería responder en los próximos días a la oferta de renovación presentada por el club. Aceptar, rechazarla o entrar a negociar cantidades, que todo es posible. Por ahora, está disfrutando de unos primeros días de merecido descanso.

El caso del base, por su parte, es más ingeniería normativa que otra cosa. Henry llegó a Vitoria el verano pasado con contrato para tres años, pero con una cláusula que vence en diez días, según las fuentes consultadas, por la que la entidad podría liberarse del acuerdo.

No hay ninguna razón deportiva para hacerlo. Es más, el de Virginia Occidental fue uno de los pilares en la consecución del título, es un defensor muy del agrado de Ivanovic y tras un año de adaptación debería mejorar su rendimiento.

El asunto es que ocupa plaza de extracomunitario. Se aceptan dos en ACB. Peters, de confirmarse su fichaje, sería el segundo y los azulgrana quedarían atados de manos de cara a operar en el mercado americano, el resto del verano. O deberían entrar en una dinámica de rotaciones, que ya aplicaron el curso pasado con Stauskas -se acuerda alguien del canadiense- y que no dio demasiado buen resultado.

En Euroliga no hay límites, también es cierto y con cuatro canteranos -hasta seis si no se cede a Lautaro López (también extracomunitario) y Ajdin Penava- en Vitoria podrían optar por jugar los primeros compases con un grupo diferente al continental. No es el estilo, pero Maccabi y Olympiacos, por ejemplo, ya lo vienen aplicando.

Solventar esas dos incógnitas llevara a otras nuevas, pero haría avanzar el rompecabezas. En especial en la zona. Youssoupha Fall, apuesta de futuro casi son estrenar, no se considera moneda de cambio. Uno fijo. Micheal Eric, en cambio, con dos años firmados y la más que habitual cláusula de corte, no tiene garantizada la continuidad. Y Diop, tiene que responder.

En cualquier caso, el Baskonia trabaja en la caza de un 'cinco' de garantías y poderío Euroliga. Aunque ha sido campeón apostando por el 'small ball' con Shengelia y Polonara, no contar con un pívot dominador, como lo ha tenido toda su historia, se antoja excesivamente arriesgado. Además, salvo sorpresa megalítica, Shengelia no volverá a hacer las veces de 'center'. Porque acabará en el CSKA. El georgiano, por coraje y energía podía defender a interiores poderosos. Peters, por ejemplo, es una gran incógnita en ese aspecto.

Polonara está confirmado y se pegará, como ya a mostrado, hasta con el diablo si es necesario, mas necesita galones a su lado para dar su mejor rendimiento. Es la paradoja de la venta de Toko. Abre un abanico de posibilidades y billetes frescos para tentar nuevos talentos, pero deja coja una zona no muy fuerte en el conjunto del curso. Todavía más cuando el centro de gravedad del conjunto cambiará hacia el perímetros con Vildoza como jugador franquicia y Giedraitis en el rol de anotador.