El Baskonia busca el pedal del acelerador

Los choques como local ante Olympiacos, Panathinaikos y Breogán arrojan algunos indicios sobre el tipo de 'revolución' que busca el técnico vitoriano. La victoria ante el vigente campeón queda como el partido más completo firmado por el Baskonia en lo que va de curso. Fue el del viernes pasado un plantel azulgrana pletórico a ambos lados de la cancha; con la mezcla más reconocible de acierto ofensivo y dureza atrás. Frente al Olympiacos y el Breogán, la intensidad defensiva fluctuó. Se mantuvo a buen nivel frente al equipo del Pireo hasta flojear en los minutos finales del tiempo reglamentario y durante la prórroga y bajó contra los gallegos en el último día de una semana extenuante. Pero hay un nexo común en los tres duelos; la sensible mejora en el nivel de acierto y en el ritmo ofensivo. En los tres encuentros, el plantel azulgrana ha elevado su media habitual de puntos anotados (80 en Euroliga y 86 en ACB) para irse por encima de los 90 puntos.

El Baskonia intenta alegrarse en ataque y ganar en número de posesiones para disponer de más opciones de tiro. De hecho, su porcentaje medio de acierto desde más allá de 6,75 en los tres últimos choques se sitúa en un aseado 41%. Y eso que Howard sólo entró en erupción en el tercer cuarto del pulso contra el Breogán. La impresión es que la amenaza ofensiva en el Baskonia llega desde más manos, que el escolta estadounidense, que reapareció ante el Panathinaikos tras cuatro partidos de baja, está más acompañado en la línea exterior.

Con Tadas Sedekerskis todavía convaleciente de una lesión muscular, la semana pasada ha dejado a Luwawu-Cabarrot como uno de los grandes protagonistas en las filas vitorianas. El francés ha llevado buena parte del peso en la posición de alero, aunque su rango físico y su manejo de balón dan para ejercer funciones correspondientes a las tres posiciones exteriores. Recuperado ya de su lesión muscular, Cabarrot endosó 25 puntos al Olympiacos, 20 al Panathinaikos y 14 al Breogán para convertirse en el gran artillero del perímetro azulgrana. Una racha formidable que no eclipsa a Nikos Rogkavopulos, la cuña para cambiar dinámicas desde el banquillo. El joven exterior griego es un cañón más en la batería triple.

Cabarrot obtuvo sus puntos gracias a su precisión triplista, pero también por su capacidad para acelerar el juego en transición, otra faceta en la que el Baskonia se esfuerza por mejorar. En este punto, el crecimiento de Kamar Baldwin permite dar un contrapunto vibrante a Trent Forrest, más pausado ya sea por naturaleza o por órdenes desde la banda. Mientras, Ognjen Jaramaz comienza a ser rescatado del banquillo con una mayor cuota de minutos.

El puesto de base y el de 'cinco' son los que más quebraderos de cabeza generan a un Pablo Laso que busca soluciones. En el timón, se trata de explotar lo que el técnico alavés ya tiene desde verano. En la pintura, Samanic irrumpe con varias atribuciones; ser una competencia directa en el puesto de 'cuatro' para Moneke y recordar a Donta Hall y Khalifa Diop que también puede 'robarles' minutos. La magia de la competencia.