El Baskonia aún busca su fiabilidad

En contra, las malas sensaciones que desprende tras sus últimas citas. A la derrota inapelable del pasado viernes en el Palau con aturdido arranque y derrumbe final se unió anteayer el apuradísimo triunfo ante el recién ascendido Lleida. Una victoria imprescindible para la que tuvo que aportar Markus Howard todo el veneno triplista que lleva dentro. Habrá que renovar la fe en el influjo que el Fernando Buesa Arena viene ejerciendo sobre los adversarios del torneo que patrocinan las líneas aéreas turcas. En este caso, en el ánimo de que contribuya a someter a uno de los dos representantes de aquel país oriental. Y confiemos en contemplar esta noche la versión doméstica del conjunto alavés entre semana.

El Baskonia esparce hasta la fecha la imagen de que se extramotiva en los duelos europeos bajo el techo elevado de Betoño y baja demasiados grados su frecuencia vital cuando el calendario le presenta compromisos del campeonato que ampara la luz de Endesa. En estos se le funden los plomos y sobrevive a oscuras. El cuadro que adiestra el entrenador local luce, o lo contrario, las dos caras de la luna. Sólido al abrigo de su hinchada en la Euroliga y débil cada vez que obra en la condición de visitante. Salvo el muy meritorio éxito en la cancha del Barça (ACB), cuenta el resto de partidos lejos de Zurbano por derrotas.

Y, sin embargo, ningún rival en 'fechas laborables' ha partido de Vitoria con el botín dentro del equipaje. En tal sentido se retan esta noche la fortaleza casera del Baskonia (4-0) y el notable balance del Efes fuera de Estambul (3-1). Aquí han caído Partizan, Real Madrid, Alba y Milán. Mientras que el bloque de Estambul regresó satisfecho de sus viajes a Bolonia, Milán y Berlín.

Aunque un repaso a los oponentes de ambos en su historial de triunfos incita a levantar la guardia. Es tan cierto que hay planteles deslumbrantes en semejantes nóminas como que las clasificaciones de todos ellos delatan sus preocupantes estados colectivos de forma. Ninguno de esos adversarios figura, siquiera, en los puestos del 'play in' que estrenó el campeonato continental el ejercicio pasado. Los equipos italianos y los conjuntos que preparan Chus Mateo y Zeljko Obradovic decepcionan hasta el momento y qué más abundar sobre la escasísima competitividad del Alba al más alto nivel.

Ahora mismo Efes y Baskonia bailan pegados en la clasificación con balances de 4-4. Eso sí, la forma de construir sus encuentros difiere sustancialmente. El grupo de Laso presume de que sólo dos clubes reciben más puntos que sus 75,7 de promedio en contra. Y el de Tomislav Mijatovic marcha cuarto en la tabla de anotadores con 84,4 por velada. Otra muestra azulgrana de paradojas desnudas. Su tensión europea en Betoño, traducida en severas defensas, contrasta con la permisividad dentro de la ACB, donde los rivales le meten 91 puntos cada tarde.

Las visitas del Efes suponen la visita de conocidos antiguos. Ningún otro oponente de la Euroliga alinea a más exazulgranas que el del sector europeo de Estambul. A Shane Larkin, lesionado a finales de octubre en Milán, se le suman Darius Thompson, Rodrigue Beaubois y Vicent Poirier. Tanto los dos bases, uno de ellos de baja, como el pívot integran el núcleo duro del conjunto turco según sus rendimientos estelares. Diplomáticos de alto nivel en la embajada oriental del Baskonia. Componentes de una entidad poderosa de pálidos resultados las dos últimas temporadas, pero campeona de la Euroliga dos años consecutivos (2021 y 2022).