Baskonia 112-89 Bayern

El Baskonia redescubre su necesidad vital

Sin mirar la clasificación, el Baskonia se reencontró con su sello y redescubrió su necesidad vital de atacar rápido. Las 32 asistencias registradas son la segunda mejor marca del club en la Euroliga (25 años), así como el 17 de 32 en triples (segundo mejor dato). La ausencia de bote y del empeño en el uno contra uno que tanto ha protagonizado este curso reflejaron un equipo reconocible que hizo trizas a uno de los conjuntos que mejor baloncesto, al menos atractivo, está realizando este año

El partido se cerró en ese minuto 33. Los árbitros dieron por ilegal un tapón de Donta Hall a Edwards. Laso pidió el 'challenge' y ganó la revisión. Los bávaros volvían a gozar de otra posesión y se estrellaban contra otro muro: Luka Samanic. Y en la acción siguiente, el croata le envió un 'alley oop' al propio Hall. El juego entre pívots también apareció. Los dos se divirtieron en un último cuarto en el que hubo tiempo para el indulto de Rogkavopoulos, un par de minutos más para Savkov y el debut continental de Joseba Querejeta. El base buscó la canasta por la insistencia del público, encantado con el partido de su equipo. Necesitan los azulgranas jugar rápido, compartir el balón de forma decidida y ser un bloque fluido para recuperar su gran sello en la máxima competición.

Mientras tanto, Laso prosigue con una labor didáctica que llevó a castigar a Rogkavopoulos. En el tramo final del tercer cuarto, con el griego recién salido, el técnico le envió de vuelta al banco por un error en la defensa de Carsen Edwards. La jugada acabó en triple (74-60) y quizás el vitoriano recordó el peligro de que el tercer máximo anotador de la competición se activara. La ovación del público al heleno en su regreso evidencian el cariño que el de Marusi se ha ganado en este curso desalentador hasta la fecha, capaz de recuperarse y encontrar el brillo en el tramo final del mejor partido del Baskonia en esta temporada.

En los prolegómenos del duelo, a la baja de larga duración de Kamar Baldwin se le sumó la de Chima Moneke, aquejado de anginas. El nigeriano se quedó en casa con vistas a recuperarse para medirse este sábado a su querido Manresa. Las dos ausencias no condenaron al Baskonia en su ya de por sí intermitencia endémica. Del 12-0 de parcial en el primer cuarto a recibir un 5-18 en el segundo. El acierto triple del colectivo, los 15 puntos de Howard y la inspiración de Cabarrot favorecieron el arranque de la escuadra azulgrana, capaz de marcar una buena ventaja inicial (21-10, minuto 7).

Pero en los tiempos que corren, verse por encima de los diez tantos por debajo no mina la moral de los equipos, hechos desde el ataque, y menos a los bloques como el Bayern, tan propensos y certeros a los ataques rápidos y al lanzamiento triple. Cinco dianas seguidas (45-48) y vuelta a empezar.

El Baskonia volvió pletórico del vestuario a lomos de Trent Forrest. Con ganas de rebotear para volver a correr, de compartir el balón y de distanciarse en el marcador. Entre la pelea de Diop, los cortes de Sedekerskis y otro triple de Cabarrot los azulgranas se dispararon al 61-51. Tal era la superioridad vitoriana que Gordon Herbert gastó dos tiempos muertos en apenas un minuto (66-51). Hasta que sus jugadores volvieron a encestar desde la larga distancia. Pero el viento soplaba a favor de los de Laso con hasta un triple de Forrest sobre la bocina para cerrar el cuarto y el Bayern con una falta por gastar. Por esta vez, los errores groseros llegaron del otro bando.