Sedekerskis, de vuelta al equipo, intenta una penetración a canasta durante el partido. Prensa2

Barcelona 91-68 Baskonia

Un Baskonia noqueado sin derecho a réplica

El Barcelona plasma con suma facilidad su palpable superioridad sobre un bloque vitoriano intermitente y de mentalidad frágil

Viernes, 8 de noviembre 2024, 22:25

Aunque la esencia irracional del baloncesto se empeñe, muchas veces es la lógica quien manda. A veces, simplemente, gana la mejor plantilla. El Barcelona es superior al Baskonia en la mayoría de apartados e hizo valer esa teórica ventaja de principio a fin. Los ... vitorianos lo intentaron y eso les permitió sostenerse durante parte del encuentro, pero les faltó ampliar su abanico de virtudes para meterse de lleno en él y creerse de nuevo capaces de asaltar el Palau por segunda vez en menos un mes. El equipo de Pablo Laso se quedó corto, por méritos rivales y también demasiadas carencias propias que el Barcelona castigó con facilidad.

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Víctima, de nuevo, de un mal arranque. Una dolorosa constante a lo largo del curso que en determinados escenarios puede resultar letal. El Barça se encontró una autopista de inicio ante un Baskonia sin recursos ofensivos y extremadamente blando en defensa. Los vitorianos sufrieron mucho a la hora de generar ventajas en estático. Sin ritmo, el ataque del Baskonia no fluye. Solo a base de arreones individuales lograron entonces avanzar. Cuando a ello le sumaron la imprescindible tensión defensiva estuvieron de verdad cerca de asustar al blaugrana.

En esa faceta resulta clave la aportación del capitán. Sedekerkis volvió y el plantel de Pablo Laso encuentra en él la energía defensiva en la que debe reconocerse, pero que impregna de forma desigual a los integrantes de su plantilla. En el apartado individual la lista de nombres propios se quedó corta. Fogonazos ofensivos de Forrest y Howard, algunas pinceladas de los interiores y poco más. Apenas ni rastro de Rogkavopoulos, el regreso testimonial de Raieste y la ausencia total de minutos de Jaramaz. Y una noche especialmente gris, sobre todo en la primera parte, de un Moneke que no anotó su primer punto hasta después del descanso. En suma, una rotación escasa y que dio poco de sí.

Todo eso auguraba un desenlace lógico. No hubo remontada mágica ni final apretado. El baloncesto escribió de principio a fin un guion implacable. El partido se decidió demasiado pronto y al Baskonia le tocó pensar. Reflexionar sobre otra derrota a domicilio, la cuarta de una Euroliga en la que sigue sin estrenar su casillero lejos del Buesa Arena. La tarea será determinar cuánta culpa de la derrota tuvo el desempeño de un adversario muy superior y cuánta sus propios errores en una jornada para olvidar.

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