Khalifa Diop protege el balón en la pintura en el partido ante el Bayern. Euroliga

El Baskonia se aferra a la fría aritmética

El equipo azulgrana apura sus opciones de 'play in' antes de contentarse con el propósito de obtener, al menos, la pedrea económica de la Euroliga

Ángel Resa

Vitoria

Jueves, 20 de marzo 2025, 00:20

El Baskonia encara la definitiva fase regular del continente con el sueño del 'play in' a tres triunfos de distancia y sólo cinco partidos que jugar. Aunque la aritmética fría y carente de pulsión humana se encargue de desmentirlo, la Euroliga amenaza con privar a la hinchada del Fernando Buesa Arena de esos partidos efervescentes que revuelven los órganos de la hinchada.

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En todo caso le quedará al equipo satisfacer el empeño financiero del club para, siquiera, retener el asiento del pasajero número 14 que le depare esa pedrea económica que reparte la competición. Y, desde un punto de vista ligado al prestigio, la necesidad de revertir una campaña amarga que evite el peor resultado baloncestístico del equipo vitoriano desde la fórmula competitiva que le enfrenta a todos los adversarios del torneo. Ahora mismo, el cuadro azulgrana 'luce' un balance de 12-17, registro que le impide igualar el 18-16 del curso anterior que le deparó una plaza en las eliminatorias por el título. Y todo ello cuando aún queda por cumplir la gira turca, que llevará al conjunto de Pablo Laso la misma semana a las canchas de Anadolu Efes y Fenerbahce.

Curioso que todo este preámbulo que incita a mirar ese anhelo a través de prismáticos no refleje los peores males del conjunto alavés. Es tal el elevado nivel del mejor campeonato continental que aferrarse a la cuerda de los bloques aún no despeñados deba de mirarse con un deje de cariño condescendiente. Porque el auténtico desafío del Baskonia, quién lo diría hace unos cuantos años, se centra en la competición doméstica. Tras un curso de suspenso sin edulcorantes en la ACB –'pira' a la Copa e incomparecencia al 'play off' liguero–, cabe la posibilidad de repetir la nota deficiente. El equipo azulgrana ya faltó hace un mes a la cita grancanaria y todavía no ha experimentado el alivio de vivir en el lado bueno de la muga española. Hace nada menos que un año que el cuadro de Betoño mantiene su censo en el sector inconveniente de la 'ciudad'.

El entrenador local afronta esta noche el segundo reencuentro personal con el Bayern, su meta volante entre doce campañas triunfales al frente del Real Madrid y el convulso retorno personal a Zurbano. La abierta esperanza que supuso el fichaje del alumno de San Viator casi tres décadas después de abandonar Vitoria en camiseta de tirantes deviene en la decepcionante trayectoria del cuadro azulgrana. Los marcadores obtusos, fundamentalmente cuando el grupo abandona el calor del hogar, se hermanan con las sensaciones que proyecta un equipo inconsistente y vulnerable. Capaz de ganar a cualquiera en una velada de vino y rosas, pero también de sucumbir por desconexiones letales frente a adversarios sólo teóricamente por debajo de su presunto rango. Particularmente traducidas en pérdidas de la pelota y rebotes cedidos bajo el aro propio.

El Baskonia se halla a tres triunfos del décimo clasificado con sólo cinco partidos por delante

Al problema estructural que el Baskonia arrastra en la dirección del juego se le une la baja de Baldwin debido a una fractura en la mano. Asunto que tiene su miga por cuanto Jaramaz cuenta poco al no acreditar el nivel requerido salvo en partidos concretos y Forrest, fuerte al atacar en penetraciones individuales el aro, no encarna al prototipo de los directores clásicos.

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Demasiados botes improductivos, ritmo lento y la consiguiente caída de los segundos en el reloj de arena sin generar baloncesto colectivo. Un contratiempo de primer orden ante exteriores esta noche como el prolífico anotador Edwards, el solvente Weiler-Babb y Napier, 'uno' estadounidense que busca en Europa las satisfacciones no halladas –pese a los pronósticos tras una notable carrera universitaria– dentro de la NBA.

La mejor noticia para el Baskonia hoy cabe encontrarla en la geografía. El duelo se disputa en Betoño, donde el grupo azulgrana ha conseguido diez de sus doce triunfos. Pero llega al Fernando Buesa Arena el quinto clasificado (registro capicúa de 17-12), sólo por detrás de transatlánticos como Olympiacos, Fenerbahce, Panathinaikos y Mónaco. Nada menos que el cuarto ataque de la competición con, al margen de los hombres de perímetro reseñados, el alero Lucic, el 'ex' Voigtmann y Booker (duda hasta última hora). El 'cuatro y medio' germano más un interior estadounidense para amenazar una batería interior alavesa que perdió el domingo a Moneke y padece el bajón de Samanic, pívot de incuestionable talento ofensivo con notorias lagunas atrás. El equipo de Gordon Herbert se apuntó de manera holgada el compromiso de la primera vuelta (94-80).

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