El uno a uno del Baskonia

Supo rectificar a tiempo el mal inicio del equipo. Vista la nula fluidez del ataque, prescindió de Mannion y se encomendó al espíritu que inyecta, la defensa capitaneada por McIntyre, el talento de Howard y el partidazo de Kotsar. Le dio un repaso de banquillos a Itoudis.

Su carta de tiros de campo habla de un 44% de acierto. Pero siempre valiente y decisivo. Su triple ganador ya es una película de reposición al alcance de casi nadie más.

Ocho minutos entre el primer y el segundo cuartos para desaparecer después. No genera ventajas y tampoco infunde confianza alguna al mando.

Miembro de la Santísima Trinidad ayer con Howard y Kotsar. Enérgico, enorme en derroche y defensa, reboteador y buscando conexiones con el pívot estonio. Muy sólido.

Sin un solo segundo de juego.

La cuarta pata del banco para apoyar a la Santísima Trinidad. Autor de algunos triples importantes y sin escatimar esfuerzos en beneficio del grupo.

El azulgrana más regular del curso pasó por el partido con discreción. Muy buenas defensas físicas al comienzo y condicionado por las faltas personales.

No jugó.

Titular para no volver a la pista después de de seis minutos ya con el alero griego en el equipo. Un triple fallado y un rebote ofensivo.

Debutó, tras su lesión, a las órdenes de Ivanovic. Así que buena noticia. Metió sus dos tiros y tuvo problemas defensivos en el uno contra uno, pero bien en las ayudas.

En un sorprendente segundo plano. Dusko tardó en incorporarlo a la cancha, era el minuto 9, y sólo tres puntos en cuatro tiros. Repartió cuatro asistencias.

Lesionado.

El mejor baskonista, incluso con el brillo cegador de Howard y el derroche de McIntyre. Doble-doble con cinco rebotes ofensivos. Muy sólido la noche en que faltaba Costello.

Muy lejos del nivel físico que marca su exuberancia atlética. Once minutos en los que apenas aportó algo para procurar descansos a Kotsar.