El banquillo baskonista de la movilidad permanente

De los sesenta y cinco años de vida baloncestística, el docente y gran conversador Pepe Laso y Dusko Ivanovic, monarca absoluto de la mentalidad acorazada, ocupan un tercio de la historia azulgrana. El vitoriano de adopción adiestró a aquel equipo modesto durante diez campañas en dos etapas (1969-1977 y 1985-1987). Y el tiempo del mariscal le facultaría para escribir sus memorias en Zurbano. Cuatro eras diferentes desde 2000 con tres Ligas y otras tantas Copas.

Hasta nueve preparadores de la escuadra alavesa se han despedido y vuelto para saludar de nuevo. Antes de asumir el mando Querejeta primaban las salidas y los retornos de técnicos locales como Laso, Juan Antonio Ortiz de Pinedo, Iñaki Iriarte y Manu Moreno. Una costumbre mucho más afincada en la época moderna. A la cabeza figura Ivanovic con doce ejercicios de mayor a menor duración (00-05, 08-12, 19-21 y de octubre pasado a mayo). Una lista en la que quedan incluidos Sergio Scariolo (1997-1999 con una Copa en su haber y 13-14), Pedro Martínez (escasos meses de 2005 y 2018), Velimir Perasovic (05-07 con un trofeo del k.o., 15-16 y 18-19) y Neven Spahija (ACB de 2008) que relevó a Dusko hace casi dos años.

Hubo períodos en los que la gerencia deportiva del club mostraba a través de los hechos su satisfacción con las decisiones tomadas. La planta noble considera que el fichaje de Herb Brown representó el ingreso en la modernidad. Y, de hecho, el estadounidense llegó a iniciar su segunda temporada que concluyó Iriarte. Pero Manel Comas, un maestro en la dirección de partidos, encarnó la primera etapa de estabilidad con cuatro campañas (1993-1997) que metieron en las vitrinas del club la Saporta y la primera de las seis Copas. El Barça golpeó con los nudillos la puerta del 'sheriff' y Querejeta encomendó el grupo a Sergio Scariolo. El joven italiano entonces, fino estratega y muy trabajador, firmó en el verano de 1999 con el Real Madrid. Y, cómo no, nadie representa el colmo de la certeza directiva igual que Ivanovic, el cartero que llama hasta cuatro veces antes de entrar en el Fernando Buesa Arena como Dusko por su casa.

Hay años en los que casi es mejor no levantarse de la cama. Como el 2007 para el Baskonia, que llegó a contar con tres entrenadores. Arrancó el curso 'Peras', pero una angina de pecho le envió al hospital. Asumió el relevo de manera interina Natxo Lezkano, actual técnico del Morabanc Andorra, y la trainera azulgrana alcanzó el muelle bajo las órdenes del patrón Bozidar Maljkovic, el jefe en aquel formidable Jugoplastika que alineaba al joven Perasovic y al veterano Ivanovic. Además de a Tabak, más tarde en el banquillo de Betoño, y a superclases como Toni Kukoc, Dino Radja Zoran Savic.

Hasta Joan Peñarroya bromeaba cuando llegó a Vitoria acerca de la maldición de noviembre. Un mes devorador de preparadores en el conjunto azulgrana. El egarense sobrevivió muy bien a esa temida meta volante en su primer ejercicio, el del baloncesto ofensivo efervescente, pero le faltaron dos días para ver esa hoja del calendario en 2023. El 30 de octubre, a la vuelta del Principado donde forjó buena parte de su prestigio, Ivanovic le ocupó el despacho. La nómina de damnificados en noviembre no atiende a las jerarquías ganadas con la pizarra en la mano. Al undécimo mes del año perdieron la plaza Herb Brown (1992), Salva Maldonado (1999), Pedro Martínez en dos ocasiones nada menos, Marco Crespi (2014) y hasta el mismísimo mariscal (2022). Lo dicho tantas veces, torres más altas han caído.

Tampoco las soluciones de emergencia entienden de más o menos medallas en la guerrera. Entre los sustitutos de técnicos depuestos se incluyen apellidos tan sonoros como los de 'Peras', Pedro Martínez o el mismísimo mariscal. Querejeta destituyó a Manu Moreno en la campaña 1988-1989 y trajo a Zeljko Pavlicevic. Diez ejercicios más tarde el argentino Julio Lamas se sentó en el banquillo de Salva Maldonado. Ya en 2014 recurrió el equipo alavés a Ibon Navarro, entonces ayudante y hoy consagrado en el Unicaja al borde de la eliminación, para relevar a Crespi. Pedro Martínez, de vuelta a Valencia ahora, tomó el cargo después de que Pablo Prigioni dimitiera en 2017. Y en una especie de juego de las sillas, Dusko entró por Perasovic en 2019 para ganar la última Liga azulgrana; Spahija recibió la silla del montenegrino y de nuevo Ivanovic, cerrando el círculo, sustituyó hace siete meses a Peñarroya.

Los últimos doce años demuestran que la era de la estabilidad se conjuga en pretérito. Desde la última gran tacada del montenegrino (08-12), la hoja de cálculo sale a maestro por curso. Incluidas las películas de reposición que han protagonizado Dusko, Velimir y Neven, todos con trofeos en sus columnas del haber. Scariolo (13-14), Perasovic (15-16), el hombre a cuarenta minutos hoy de la final liguera (Sito Alonso, 16-17) y Peñarroya pueden 'alardear' de mantenerse un año en el banquillo de la movilidad permanente.