La contracrónica
La aparición de Rogkavopoulos eclipsa a Cabarrot

El griego da muestras de solidez en el último cuarto pese a fallar el triple que acercaba al Baskonia y relega al galo y a Sedekerskis

Iván Benito

Jueves, 10 de octubre 2024, 00:19

Otra velada azulgrana con la sensación de ir por detrás de los rivales. De sobrepensar en ataque, en donde no hay manera de entrar en calor, y sufrir la fiereza del rival. Con la sorpresa agradable de Rogkavopoulos. El griego dio muestras de solidez en ... el último cuarto y 'forzó' a PabloLaso a mantenerle hasta los últimos segundos. Estuvo fuerte en defensa, con un tapón y un robo importantes, colaboró en la faceta reboteadora que devolvió al Baskonia al duelo y fue esa amenaza exterior que se espera de él especialmente tras la marcha de Marinkovic. Dos triples anotados, pero con el lunar de fallar el que hubiera dejado tan solo una desventaja de dos puntos en el último minuto. En la jugada siguiente, Kalinic sí estuvo certero y sentenció un choque que deja al conjunto azulgrana aún con las señas de identidad por descubrir.

El talento individual de Cabarrot en la primera mitad y de Moneke a lo largo de los 33 minutos y medio que estuvo sobre la pista mantuvieron al Baskonia con opciones de sacar un triunfo de Belgrado. El Estrella Roja pareció un rival abordable en cuanto no gozaba de puntería exterior y únicamente el mayor ensamblaje de sus piezas, con jugadores que se conocen de memoria, le hizo merecedor del triunfo. A los azulgranas les costó un mundo atacar en estático, sin apenas generar ventajas y obligando a Moneke a cargar con una responsabilidad con la que no debería. Si el nigeriano toma el control del ataque se queda muy lejos de la pintura y no puede aportar en el rebote, faceta en la que el cuadro azulgrana no va sobrado en este inicio de curso.

Carencia evidente

Otra carencia evidente resulta el lanzamiento exterior. El 3 de 18 en triples (16,7% de acierto) no es tan preocupante como que Howard, el máximo anotador de la pasada Euroliga, no lanzara hasta el tercer cuarto. El Baskonia ha pasado de la independencia en la inspiración de su astro más brillante a una sorprendente sensación de ensombrecimiento. Rogkavopoulos en 14 minutos tiró una vez más a canasta que el estadounidense en 20. Cabarrot, el hombre que se jugó el tiro decisivo ante el Andorra pese a que Howard pedía el balón, lanzó dos más. Kamar Baldwin, los mismos.

Pablo Laso no ha logrado aún conectar a su jugador más determinante en ataque, con desconexiones en defensa como dos de sus tres faltas en el segundo cuarto, y un escaso contacto con el balón. Aún así, Howard fue parte del quinteto decisivo junto a un Forrest negado, un Rogkavopoulos cumplidor y los destacados Moneke y Hall. El pívot, pese a su gran encuentro, perdió el duelo individual ante Bolomboy como quedó escenificado en el tapón que le colocó el ucraniano a falta de dos minutos. La eclosión de Rogkavopoulos dejó a Cabarrot y Sedekerskis en el banquillo final junto a tres jugadores que no se llegaron a quitar la camiseta de calentamiento (Jaramaz, Ndiaye y Savkov) y otro (Diop) que ni siquiera llegaron a los 13 minutos. Las noches de la Euroliga son así y no perdonan las medias tintas.