Ilusiones con fundamento
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El Baskonia triunfal de diciembre y sufriente un mes después llega a la Copa en equilibrio para asaltar un título esquivo desde 2009Secciones
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Esperanza. ·
El Baskonia triunfal de diciembre y sufriente un mes después llega a la Copa en equilibrio para asaltar un título esquivo desde 2009Lo comentaba Tadas Sedekerskis hace una semana en una entrevista a este periódico. El lituano, que bien podría desempeñar el rango de capitán tras una década ya de raíces vitorianas, aludía al equilibrio mental que él porta de serie. El necesario y prudente entre las ... ilusiones fundadas de la parroquia alavesa ante la Copa y la realidad que siempre cuenta dificultades objetivas. Porque en este torneo del 'rasca y gana' o 'araña y pierde' cabe todo, desde la eliminación prematura hasta los confetis que levitan en lenta cascada hacia el parqué para rendir tributo al campeón. El término medio entre la esperanza con base y la euforia desmedida.
Condiciones ambas, también las intermedias –acceso a la semifinal o caída el domingo–, que pueden imaginarse en torno al paso efímero o duradero del Baskonia por la competición. Dirán que nada arriesga quien firma este texto por tantas vaguedades, pero realmente ningún resultado ocuparía sitio en la balda de las sorpresas mayúsculas.
Bases: Max Heidegger (1), Darius Thompson (13) y Arturs Kurucs (47).
Aleros: Markus Howard (0), Sanders Raieste (2), Tadas Sedekerskis (8), Vanka Marinkovic (9), Dani Díez (11) y Rokas Giedraitis (21).
Pívots: Maik Kotsar (21), Steven Enoch (23), Matt Costello (24) y Daulton Hommes (34).
De distribuir una encuesta en diciembre no extrañaría que los vaticinios apuntasen entonces a un Baskonia triunfal, tal era la inercia arrebatadora de aquella máquina azulgrana de divertir y ganar. Si la pregunta se hubiera demorado hasta enero, la parte ceniza con la que toda afición se protege quizá pensara en un kaixo y agur por la vía instantánea en la casa del anfitrión. Una Penya que, fiel a su tradicional forma de entender la canasta y regar su prolífica cantera, vuelve a vender baloncesto del bueno. Sobre todo a partir de la piedra angular de Tomic, pívot diferencial que no requiere piruetas atléticas para enlazar con la esencia eterna de los 'cincos' relevantes. Un tipo inteligente que produce y genera desde el poste bajo.
Enfrente del Joventut en su feudo de Badalona se alineará el equipo esperanzador de Joan Peñarroya. Un bloque que, en el caso de mostrar abiertamente sus señas de identidad, tiene mucho territorio desbrozado. El conjunto lúdico del ritmo vivo, las transiciones –para ello necesita asegurar el rebote y meter manos atrás– y el triple como arma moderna que ocupa un lugar de honor en el retablo azulgrana de las maravillas. Un concepto ofensivo que ha de apoyarse, además, en esa telaraña de ayudas defensivas que contribuyó a propulsar al Baskonia imperial de diciembre, su mes de las luces.
Dispone esta escuadrilla temible de tiradores con nombres y apellidos concretos. Empezando por Thompson, espléndido base que de puro discreto se abriría paso en un bar atestado de gente entre permisos y perdones. Y continuando por Howard, cómo no, anotador compulsivo y fenómeno astral que todos los clubes quieren y sólo el Baskonia tiene.
Viaja el equipo vitoriano con el anhelo de palpar la Copa, su claro objeto del deseo, el título que más espacio ocupa (seis) en las vitrinas de la entidad. Lo hace al amparo de su fiel hinchada, la que siempre golea en las tribunas. Y por la parte 'buena' del cuadro, la que evita a los transatlánticos del fútbol que monopolizan las últimas trece Copas, previas a la muesca azulgrana de 2009.
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