La anexión del baloncesto a La Roca monegasca

Sobre 'Le Rocher', La Roca de 141 metros de elevación sobre la que se cimenta el corazón del país y símbolo del club, pasan 363.000 turistas al año. Allí se ha convertido en una figura reconocida el magnate ucraniano Sergey Dyadechko. En un lugar en el que una de cada tres personas es rica, su principal mérito ha sido diferenciarse del resto. El fundador del banco Rodovid, implicado en una estafa piramidal que el Estado tuvo que costear, huyó de su país natal y se afincó en Mónaco en 2012. Con una población similar a la de Soria (39.244 habitantes; más de la mitad extranjeros), se convirtió en uno de los pocos amantes del baloncesto y le tendieron la alfombra roja para hacerse cargo del club, que por aquel entonces vagaba en la Tercera División francesa. Su experiencia al frente del Donetsk, ciudad natal y equipo de su infancia, le avaló. En los dos primeros años ascendió dos categorías y a los cinco ganó su primera liga. Además, promovió el estilo de vida saludable, cooperó con otras federaciones e impulsó iniciativas para promover el baloncesto.

Llegó al poder de su actual equipo en 2014, acompañado de su mano derecha Oleksiy Yefimov, de tan solo 35 años. El joven ucraniano recaló en el Donetsk en 2009 como asistente de Sasa Obradovic, pero Dyadechko se quedó prendado de su habilidad como gestor y le convirtió en director deportivo. Mismo cargo que le encomendó en el Principado, donde utiliza una técnica peculiar para cerrar fichajes. «Siempre trato de llegar a un acuerdo antes de nuestra primera reunión en persona. Por teléfono es difícil saber la edad de alguien. Pero cuando eres un agente o abogado experimentado y tienes a un joven frente a ti, siempre intentas usar esto para tu ventaja y privilegio», reconoció en un medio local este verano.

Inseparables, han logrado situar al Mónaco en la élite de forma fulgurante. En 2014 sube a Segunda, en 2015 a Primera, en 2016, 2017 y 2018 gana la Copa, mientras que ese último año roza el título de la Champions (AEK de Atenas) en su primera edición. De ahí escala a la Eurocup, título que levantó a finales de abril, logrando el billete para la Euroliga.

El impulso económico de su mecenas estimuló a Alexei Fedoricsev, accionista y multimillonario ruso propietario de Fedcom, patrocinador del equipo de fútbol durante más de dos décadas, a invertir en el proyecto. Con el empuje de su sponsor principal han multiplicado el presupuesto, de 7,5 millones de euros a 14,1, según 'L'Equipe'. 6,7 van para una plantilla totalmente renovada, en la que solo se mantiene Rob Gray y Zvezdan Mitrovic en el banquillo con respecto a la temporada pasada, y han incorporado jóvenes prometedores como Alpha Diallo, Armel Traore y el explosivo Donta Hall, que apunta a revelación. Buen ojo el de Yefimov, que también apostó por Mike James a cambio de 1,3 millones de salario.

El trío de dirigentes, de los que dicen que son trabajadores minuciosos y empedernidos, es ambicioso. Han levantado unas estructura acorde a la lujuria del país que espera clasificarse para el play off y así garantizarse su presencia en la próxima edición. Si no, trabajan para conseguir una licencia A o una invitación. Cuentan con la ventaja de que en el Principado todos los ciudadanos que no sean franceses están libres de impuestos. Por lo que La Roca, que durante 80 años dio la espalda al baloncesto, se ha convertido en un cónclave ideal para expandir el negocio de la Euroliga.