Revisión final

Nada de lo que voy a comentar está basado en haber visualizado el partido por segunda vez; sería superior a mis fuerzas. Para entonces, Dusko Ivanovic ya había sustituido a Raieste después de su inusual titularidad y Costello mantenía al equipo con su acierto en el triple, al que añadía cierta templanza. En el otro bando, Vesely hacía estragos desde la superioridad blaugrana en el juego interior. Este gobierno en la zona resultó ser apabullante a lo largo de los cuarenta minutos e indudablemente truncó la posibilidad de un triunfo alavés.

Quizá en esta circunstancia esté la madre del cordero, así como la consecuencia de que cualquier partido del Baskonia tenga final incierto e inesperado. El Baskonia de hoy tiene tres baloncestistas estables, que son Sedekerskis, Costello y Miller-McIntyre, y dos que definitivamente desconocen el juego colectivo, Howard y Moneke. Ambos carecen de una mínima contención y ni la marcha del reloj ni del marcador influye en sus decisiones.

Lo relato de memoria. Quedaban once segundos, tiempo justo para elaborar un buen movimiento de ataque. En ese momento, Ivanovic pidió tiempo muerto para confeccionar la jugada. El balón se puso en circulación. El segundo pase llegó a Moneke, que se lanzó una castaña restando en el reloj siete segundos... Y falló, asunto terminado. Intente recordar la cara del entrenador. Con estas decisiones, el resto de la plantilla pierde protagonismo, principalmente Marinkovic, en el que se intuye cierta apatía, producto de lo que se cuece.

Tal vez lo más preocupante de cara al futuro es ver en el Baskonia a demasiados jugadores que no son del gusto de Ivanovic. Si Diop no puede jugar en un partido como el del Palau Blaugrana, mal asunto. Considerando a Sedekerskis como interior y sumando sus 31 minutos, los grandes del Barcelona sumaron 100 y los del Baskonia, 70. Esta circunstancia crea un batiburrillo en las rotaciones del conjunto vitoriano con el que se llega a los finales de los partidos sin saber quiénes son los mejores para cada momento. Un ejemplo. A falta de 15 segundos y con cuatro puntos de desventaja, Costello y Howard interpretaron una gran jugada que terminó con el triple que nunca falla Howard. Y vuelvo a la memoria. Veo en las estadísticas que nuestro tirador hizo 5 de 13 triples, mal porcentaje. Sus malos lanzamientos perjudican mucho al juego colectivo.

Siempre da rabia perder partidos en los que se lucha para ganarlos. El Baskonia lo hizo. La derrota llegó porque el Barcelona leyó mejor el juego. La competición sigue y lo importante ahora es clasificarse para la Copa del Rey.