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Pasaban cinco minutos de las cinco y media de la tarde cuando la Euroliga anunció el aplazamiento de los tres partidos de los equipos rusos. Las reacciones llegaron con cuentagotas, muy parecido a lo ocurrido por la mañana. Un aliviado Álex Abrines y elZalgiris fueron ... los primeros en levantar la voz tras despertar con el anuncio de la guerra. Los lituanos acuñaron la bandera de Ucrania en las redes sociales y comenzaron a presionar a la Euroliga para tomar decisiones, mientras que el jugador del Barça, que nunca se ha arrugado a la hora de mostrar sus opiniones sobre aspectos sociales, mostraba su preocupación en Twitter desde primera hora.
«Pues no me hace mucha gracia tener que ir a Rusia hoy la verdad…», escribió. Augusto Lima (UCAM Murcia), otro que acostumbrado a implicarse, le mandaba ánimos desde Brasil. «Me parece una locura que la Euroliga os deje viajar». El mallorquín seguía sin entenderlo. «No tiene puto sentido. Que vengan ellos también haber si les hace gracia». Más calmado, trataba de buscar una alternativa. «Entiendo que lo suyo sería jugar en campo neutral, pero con tan poco margen es complicado. Veremos que pasa».
Lo que ocurrió es que la Euroliga primero decidió mantener en pie el calendario pese a la preocupación de Jasikevicius. «Está pasando cerca de mi tierra. La guerra es lo peor que le puede pasar al mundo». La competición instaba al Barça a viajar, cuya expedición acudió a regañadientes al aeropuerto del Prat. Su chárter debía despegar a las 14:30, pero decidieron esperar acontecimientos. Desde allí, Brandon Davies se sumó a las protestas en Twitter. «La guerra no es una cosa para tomar a broma. Tened cuidado». Mirotic tampoco lo veía claro. «¿Convencido de viajar?», le preguntaba un reportero. «No mucho», respondía. El hispanomontegrino había eliminado por la mañana su cuenta de Twitter harto del continuo acoso y derribo que recibe desde que es culé.
Mientras el Bayern pedía el aplazamiento entre bambalinas, el Zalgiris no tardó en salir a la carga con un comunicado en el que anunciaban que no jugarán ningún partido en suelo ruso. Su presidente, Paulis Motiejunas, candidato firme a convertirse en el próximo director ejecutivo de la Euroliga, declaró que la reacción de la competición estaba siendo «demasiado lenta» y azuzaba al resto de clubes a boicotear todos los partidos de los clubes rusos. El público de Kaunas aplaudió la causa y mostró numerosas banderas de apoyo a Ucrania en el partido y triunfo contra el Madrid.
La situación recordaba al 2004, cuando el Valencia se negó a viajar a Tel Aviv por el conflicto Israel-Palestina y la Euroliga les multó con 5.000 euros más los gastos generados por la suspensión. Los taronja apenas recibieron apoyos. Esta vez no tardó en llegar el anuncio de los tres aplazamientos y el Barça respiró aliviado hasta la reunión de hoy. El domingo tienen programado el partido en Moscú contra el CSKA, que al igual que el Unics, lanzó un comunicado inocuo. «Aplazado por decisión de la dirección de la Euroliga, que anunciará la fecha del partido en un futuro próximo».
A última hora, una vez terminado el Asvel-Alba Berlín con derrota gala, Tony Parker compareció en rueda de prensa y comunicó que el equipo del que es propietario no viajará a Rusia el próximo jueves para enfrentarse al Unics Kazán. «Está fuera de toda discusión. Esto va más allá del deporte. No podemos aceptar una situación que es totalmente opuesta a nuestros valores». Messina también tomó parte y se mostró sensible con la labor del árbitro ucraniano Borys Ryzhyk, icono de la jornada de ayer tras aparecer en el Olympiacos-Milán con un papel que decía «paren la guerra». «Perder un partido de baloncesto no es nada en comparación con lo que está pasando». Rokas Giedraitis compertió la imagen.
No hubo más capotes públicos. La asociación de jugadores (ABP) pidió sentido común, mientras que la de la Euroliga, de la que Shengelia es el presidente, guardó silencio al igual que el Baskonia y el resto de sus jugadores. Solo Ataman lanzó un emotivo mensaje antes de que el Efes apalizara al Maccabi. «Paren la guerra. No tiene ningún sentido tanto sufrimiento en niños y en personas inocentes». En el mismo sentido que Pau Gasol, que suplicó un alto al fuego. «Paz y diálogo».
La FIBA siguió con su programa. Rusia recibió en Perm la visita de Países Bajos con las gradas llenas y España ganó a Ucrania (88-74), que no quería jugar. Por la mañana, conmocionados, suspendieron la sesión de tiro. «Lo mejor sería cancelarlo, pero no es posible e intentaremos hacerlo bien», decía el jugador Oleksandr Lypovyy. Vyacheslav Bobrov, ex del GBC y Fuenlabrada apostó por «luchar por toda la nación». «Somos una gota en el mar que puede dar esperanza a muchos». Por su parte, el pívot del Gran Canaria, Artem Pustovyi, lució el eslogan 'no a la guerra' pintado en su mejilla. El público del palacio de Vista Alegre de Córdoba aplaudió antes, durante y después del choque a la expedición ucraniana. El domingo estba programado el partido de vuelta en Kiev, ya pospuesto.
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