Alba Berlin 97-90 Baskonia

El Baskonia renuncia al esfuerzo

Se empeñaron en incurrir en todos los pecados posibles de un equipo alérgico al compromiso, que da por hecho que los partidos se decantan por sí solos a base de apoyarse en una calidad individual que, a estas alturas de campaña, también es sabido que no sobra en las filas del conjunto vitoriano.

Los números desnudan a una de las versiones del Baskonia más patéticas de la temporada. 49 de los 97 puntos anotados por el Alba Berlín cayeron después de contraataques, segundas oportunidades o pérdidas de balón concedidas por los alaveses. Toda acción que requiriera arrojo, concentración y brío cayó del lado germano.

En realidad, el de Laso fue un equipo que no quiso el balón para nada. Ni supo cuidarlo cuando suya era la alternativa en ataque ni tampoco sudó para arrebatárselo al rival cuando tocaba imponerse en la lucha por los rechaces bajo los aros. En el baloncesto, el rebote es la esencia del ritmo y este Baskonia es un destructor de metrónomos.

La vuelta de Kamar Baldwin apenas mejoró la clarividencia en un puesto de base en el que, por razones insondables, Markus Howard se empeñó por tomar responsabilidades pasadoras con resultados discutibles. Mientras, Martin Hermannsson impuso su cátedra en la dirección con un dominio insultante para dinamizar a un Alba Berlín que trata de buscar un nuevo rumbo de la mano de Pedro Calles.

Nadie como el Baskonia para dar un buen espaldarazo a la carrera del técnico cordobés en su primer encuentro a las órdenes del conjunto germano o para que Matt Thomas lograra su mejor registro anotador en lo que va de temporada. Si hay que hablar de batutas, la de Hermannsson fue magistral, casi siempre mirando a través del retrovisor a un Trent Forrest aplicado en el seguidismo defensivo y que, a saber por qué, contempló el cierre del encuentro desde el banquillo.

El plantel azulgrana compareció en el Uber Arena con la baja de Luka Samanic aquejado de un proceso gripal, lo cual apenas sirve de atenuante. La ausencia del croata abrió las puertas de la rotación interior a un Khalifa Diop que vio redoblada su cuota habitual de minutos, un margen que le permitió ahondar en aciertos y desconexiones a partes similares.

l Baskonia arrancó entonado en la anotación con un 6-14 que fue respondido de inmediato por un Alba Berlín que sigue abrazando el dinamismo en el movimiento de balón, a lo que añadió la laboriosidad bajo los tableros de McCormack, Baker y Wetzell. Los azulgranas transitaron a lo largo de un primer cuarto de alta anotación (26-24) de la mano de un Moneke agresivo. Aprovechó un parcial de 0-7 mediada la segunda entrega para lograr una exigua ventaja (35-40, minuto 15) antes de que el partido pasara de manera definitiva a manos germanas.

El 50-46 al descanso dejaba entrever una amenaza ya clara de que el último clasificado de la tabla continental se convirtiera en un serio problema para el Baskonia. Alimentaron la pesadilla Hermannsson y Thomas e incluso el inconstante Procida se apuntaba a la fiesta. El Baskonia reaccionaba a medias cuando el Alba alcanzaba una renta de nueve puntos (59-50, minuto 24). Como ya es costumbre en este Baskonia, las esperanzas de un giro en los acontecimientos las encarnaba Rogkavopoulos, con 8 puntos en un tercer capítulo cerrado con un 75-69. Si había una oportunidad para la rectificación, el equipo vitoriano pasó de ella en modo olímpico con un parcial de 14-4 en contra (89-73, minuto 37) con el que el Alba liquidó el duelo.