La afición respalda al Baskonia

En cuanto Costello, el primero en bajar, ha puesto un pie en la calle, por supuesto, con uno de sus pares de 'crocs', se han escuchado los aplausos en la Plaza General Loma. Le siguió Thompson, Giedraitis, Kurucs, Raieste… pero faltaba Peñarroya. El técnico acudió andando y sin ropa distintiva del club. Con su futuro en entredicho por parte de la directiva. Los aficionados no tienen dudas sobre su continuidad. Había unanimidad.

«Por supuesto que se tiene que quedar. Es el único que ha puesto a jugar a los jóvenes mientras que los otros…». Destacaba Mila Osaba, la primera en acercarse al técnico de Terrassa. Luego llegarían cientos más durante más de una hora y media. La seguidora, una fija de la Copa del Rey, se veía venir el disgusto. «Cuando salí el sábado del Buesa sabía que era el último partido de estos jugadores aquí. Sigo con pena, pero Joan tiene que seguir. Ha compenetrado muy bien a los jugadores y el año que viene mejorará los resultados», analizó.

En torno a la figura del catalán, con el paso de los minutos se repetían frases como «Ay que pena que se termine ya», «como nos habéis hecho disfrutar» o «el año que viene mejor». Peñarroya solo respondía con un «a ver, a ver». Y una sonrisa. Todavía amarga por la decepción. Pero también satisfactoria por el camino recorrido. Por los récords batidos y por el sello de identidad que impregnó a una plantilla que sufrirá cambios el año que viene. «Los llevo en el corazón», proclamaba con entusiasmo Dani García tras conseguir la firma de todos. «Son muy grandes».

En las buenas y en las malas, el baskonismo responde. Esta tarde ha respaldado al técnico y a los jugadores. «Les he visto alicaídos. Sin ganas de hablar mucho de lo que ha sido la temporada», apreciaban Jon Alzerai y Aitor Estívariz. Los jóvenes desean la continuidad de Peñarroya. «Ojalá, pero... atención a lo que voy a decir». Es enrevesado. «Pese a que ha ganado la Euroliga, creo que van a echar a Chus Mateo del Madrid porque es más un segundo entrenador que un primero y van a fichar a Peñarroya. Acordaros de lo que digo», vaticina el joven de 20 años. Sin información, pura premonición.

A la media hora entraba sin hacer cola la ilustre figura de Alfredo Salazar. Alucinado por la presencia de cientos de seguidores en pleno horario laboral, se acercó para saludar a Peñarroya y dejó que el resto de aficionados pidieran sus firmas. Un acto tradicional y recuperado por el club esta temporada, en el que Aker animó la espera, Howard volvió a ser el más aclamado y muchos echaron en falta a Pierriá Henry.