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José Ángel Ziganda, en la previa de visitar al Formentera en la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, continuó con el espíritu autocrítico que desplegó el domingo tras la derrota en Butarque. Asumió, de nuevo, sus culpas. Se echó la responsabilidad ... del triste discurrir del Athletic a su espalda y giró la vista hacia el pasado, hacia el fútbol que desea observar sobre el césped cuando su escuadra actúa. Se fijó en el juego que firmaba su filial. «Que el equipo no está jugando así, es seguro. Que no lo estoy consiguiendo, es seguro. Hay momentos, como en Valencia, o el inicio de la segunda parte de Leganés, en las que me digo ‘esto es’. Y luego pienso: ‘¿Por qué no lo conseguimos más veces? ¿Por qué no soy capaz de contagiar al equipo de ese espíritu, de ese ánimo, de esa alegría (que tenía el Bilbao Athletic)’. Está claro que la responsabilidad es mía. Me encantaría lograrlo. Pero no lo estoy consiguiendo. El Bilbao Athletic ha tenido siempre un sello enérgico, con mucha chispa, con mucha alegría. La idea va a ser esa: incidir», proclamó el preparador.
Una mirada al pasado
Porque se lamentó ‘Cuco’ el escaso tiempo del que dispone para ensayar, para que sus jugadores interioricen los conceptos que desea, en este maratón de encuentros que encara el Athletic desde que se encendió el semáforo verde allá por finales de julio. «El problema es más de estilo, de confianza, de posición, que de jugadores... Es más de insistir, de entrenar, de plasmar lo que uno tiene en la cabeza. Es más de eso», significó un técnico que entiende las críticas -«pero no me gustan»-, y también trató de borrar la ola de pesimismo que rodea a su tropa. «Tengo que asumir mi parte de culpa, pero sé que tengo ganas, sé que hay tiempo y que tengo recursos. Y confío plenamente en ello. Hay que utilizar todas las oportunidades que tengamos para incidir e insistir», recomendó Ziganda, que en una parte de la rueda de prensa, cuando se le cuestionó por el estado de Yeraya y De Marcos, reclamó «paciencia». «Es lo que tenemos que tener con todo». Pero no se salió de ahí, ni dijo a qué se refería. Tiró de ironía: «En mis hijas. También debo tener paciencia con ellas».
El partido de hoy
Realizó estas reflexiones ‘Cuco’ en la previa de estrenar la Copa contra el Formentera. Avisó del peligro del partido de ida, en el campo del oponente de menor categoría, y lanzó un mensaje a esos jugadores convocados que forman parte de los meritorios (Sola, Aketxe, Sabin...); les instó a aprovechar su oportunidad. «El primer partido es muy animoso, mucha fiesta. Y ellos se soltarán sin ningún miedo, sin nada que perder. No nos esperamos un partido fácil. ¡Ni mucho menos! Tenemos que estar muy puestos y habrá que demostrar esa supuesta superioridad, no darle alas al rival porque sabemos que se complica. Nuestra intención es hacer un buen partido y que la gente sea capaz de demostrar por qué está aquí».
En esta línea, aportó que no consideraba el duelo un «examen» para estos profesionales. Sino una «ocasión». «Tienen más que ganar que perder. No lo tienen que ver como un examen, sino como una oportunidad que tienen y me demuestren que puedo contar con ellos cuando quiera. Es un partido de Copa, con el Athletic, y eso no son bromas. Es un partido muy bonito para ellos», consideró el técnico, que cifró en una «semana» el tiempo para que Mikel Rico entre en sus planes. Más plazo resta para la reaparición de Yeray y De Marcos, aseveró.
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