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La decisión ya está tomada. Yeray Álvarez (Barakaldo, en enero hizo 28 años) se opera este miércoles en el hospital San Juan de Dios (Santurtzi) bajo la cobertura de IMQ para «solucionar los problemas de pubalgia». Se acabaron las intervenciones en Múnich con la doctora Ulrike Muschaweck. El último rojiblanco que se operó de lo mismo, Yuri Berchiche, lo hizo en París hace dos veranos.
La previsión que se le ha dado al jugador es que estará en torno a mes y medio de baja, lo que significa que su regreso al equipo se daría en torno a mediados de julio, apenas diez días después de que arranque la pretemporada, lo que probablemente sucederá el 6 de julio.
Era un paso que los servicios médicos y el central valoraban desde hace unos días, tal y como adelantó EL CORREO. El club insiste en que se trata de una decisión consensuada entre los doctores y Yeray. Hay jugadores a los que no les agrada operarse en estas fechas porque les condiciona en sus vacaciones.
Yeray sufre molestias de pubalgia desde hace tiempo. La pasada campaña la finalizó con enormes dolores en la zona. El descanso de verano le permitió mejorar, pero la acumulación de partidos le ha pasado factura.
El central ha jugado infiltrado muchos encuentros este curso y sufriendo dolores en la mayoría de los últimos en los que participó. Tras el partido de Mallorca del 1 de mayo, causó baja ante el Betis. «Toca parar para volver al cien por cien», indicó en redes sociales, un mensaje que ya apuntaba a la posibilidad de una intervención quirúrgica.
La acumulación de bajas en la defensa para jugar en Villarreal provocó que Valverde recurriera a él, dispuesto a hacer un último servicio este curso. Vivian se perdió el partido por sanción e Iñigo Martínez por lesión. El entrenador no quería recurrir a ninguno de los centrales del filial, que no le agradan, ni reconvertir a otro jugador.
Habló con Yeray. El baracaldés aceptó jugar infiltrado y con sólo un entrenamiento en las dos semanas anteriores. Muy limitado físicamente, prefirió adelantarse a entrar a los delanteros que luchar en carrera con ellos, una de sus especialidades. Acabó con dolores y cojeando y abandonó el estadio con dificultades para caminar con soltura. Fue su adiós a la temporada. Ahora le espera el quirófano.
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