Javi Martínez salta al campo justo después de Robert Lewandowski. Es miércoles 25 de septiembre. El sol brilla en la ciudad deportiva del Bayern de Múnich, repleta de periodistas alemanes y extranjeros, donde ahora solo se entrenan el primer equipo y el filial. Las categorías ... inferiores y la sección femenina se han trasladado a un centro nuevo, construido expresamente para ellos. El navarro acaba de abrir su octava temporada en el gigante bávaro y atiende a EL CORREO después de la sesión matinal. Los medios esperan en uno de los edificios del complejo. A cada uno se ha designado un despacho donde realizar la entrevista y en las puertas hay un pequeño cartel con la foto del jugador. El de Ayegui, cercano y buen conversador, pasa de formalismos y sienta al visitante en una de las terrazas con vistas a los campos de la famosa Säbener Straße, la fábrica de fútbol de uno de los clubes más importantes del mundo.
El navarro llegó al Bayern en el verano de 2012 previo pago de 40 millones de euros. Una fortuna que hoy no parece tanto y que el gigante bávaro abonó por un futbolista que lo ha ganado absolutamente todo a nivel de clubes y selección. La entrevista se interrumpe cada poco porque Javi Martínez recibe el saludo de sus compañeros -Perisic, Thiago...-, empleados del club y hasta de su entrenador, Niko Kovac. «Es uno de los chicos más nobles de la plantilla», dice en una breve conversación con este periódico. El de Ayegui sonríe, un gesto que le acompaña por la vida, y le despide en alemán. «Lo hablo, pero de gramática ando como ando», confiesa. Es feliz en Múnich. Vive a apenas 10 minutos de la Säbener Straße. Antes residía en un piso en el centro de la ciudad, pero desde que es padre de Luca y Naia, la última en llegar, se ha trasladado a una zona «más tranquila». Está encantado con su vida en Alemania pero está pendiente de su casa, de sus «raíces», de su gente y del Athletic. Abre el baúl de los recuerdos en el que hay felicidad y dolor, buenos y malos momentos, que repasa con detalle un hombre que ya es una figura en un club de leyenda.
- ¿Cómo de grande es el Bayern?
- Muchas veces lo he comparado con el Athletic porque es un club familiar y tradicional. Tiene su Lezama particular, que es la Säbener Straße, e infinidad de veces han ofrecido al Bayern cambiarse a un sitio mejor y siempre se ha negado. Alegan que es una tradición del club y que la ciudad deportiva no se mueve.
- Lleva siete años en Alemania. ¿En qué ha cambiado?
- Intentas no cambiar nada. Tanto en la vida como en el fútbol tienes tus costumbres y es importante seguir con ellas. ¿Por qué? Porque es lo que me ha hecho llegar hasta aquí. Creo que no he cambiado. Lo fundamental es mantener la gente con la que te has rodeado siempre.
- ¿Qué queda de aquel Javi Martínez que siendo niño salió de Ayegui rumbo a Logroño y fichó por el Athletic con 17 años?
- Todo. Es importante ser tú mismo, la misma persona. En la vida pasan cosas que pueden hacerte cambiar, pero lo fundamental es mantener las raíces. Mis padres me enseñaron unos valores y me hablaron de la importancia de conservarlos.
- Su padre trabajó en 'Aluminios Martínez' y su madre se ganaba la vida en una carnicería. Predicaron con el ejemplo hasta el final.
- 'Aluminios Martínez' ya no está. Siempre he querido jubilar a mis padres. Mi madre tiene 70 años, pero cuando tenía 61 le decía que dejara de trabajar. Y que no, que no quería, que seguía trabajando. Me decía: '¿Qué hago yo aquí todo el día sin hacer nada? ¿Aguantar a tu padre?' Y mi padre decía lo mismo: '¿Aguantar a tu madre?'. Ahora están jubilados y están en la finca, en Navarra. De hecho, me estoy haciendo una casa en Ayegui. Mi idea es volver allí.
«Lo que más me jode es no haber logrado un título con el Athletic. Hubiese estado a la altura de la Champions»
- De momento continúa en Alemania. ¿Puede pasear tranquilamente por la calle?
- Sí. El Bayern de Múnich es Top 3 o Top 5 del mundo y lo sigue muchísima gente, pero no hay tanta pasión en Alemania como en España. Le pongo un ejemplo de Bilbao: vas por la calle y ves a una abuela de 75 años que te conoce y te llama por tu nombre; un niño de siete años te conoce; y un tipo que trabaja con el ordenador también te conoce. Todo el mundo sigue al Athletic. Aquí no. Los hinchas son muy fanáticos, pero muchas personas no siguen el fútbol, no como en España.
Javi Martínez aprovecha el momento en el que le saluda afectuosamente un amigo de Claudio Pizarro, exjugador del Bayern, para decir que la figura del futbolista es «respetada» en Alemania. Al navarro no le gusta que le saquen fotos mientras cena. Suele pedir a los seguidores que esperen un poco y les explica que al terminar les atenderá. Este razonamiento no se entiende igual en Múnich y en España.
- ¿Por qué?
- Por la gente. En España esto suele sentar mal. Aquí, no. Te dicen enseguida 'vale, vale'.
Aparece Ivan Perisic. Javi Martínez le lanza un saludo en croata. «¡Zdravo Ivane!». El atacante responde de forma automática. Se ahorra la sonrisa. «Este es un fenómeno», dice el de Ayegui. Dentro, en los despachos, Lewandowski había atendido a unos periodistas chinos, Pavard a unos franceses, Thiago a ingleses... Son ricos, jóvenes, famosos, solicitados. Tienen todo a su alcance y no siempre es fácil mantenerse en el camino correcto.
- ¿Qué hace para no perder el contacto con la realidad?
- Rodearme de mi gente. Inconscientemente puede que te desvíes de la línea correcta. Por eso es importante tener a la familia y a los amigos que te dicen: 'Javi, hace tres años no eras así. Actúas de otra manera'. Ellos te guían.
- ¿Se ha perdido alguna vez?
- Mi madre me ha tenido que decir: 'Javi, ¿qué haces? Vuelve'. Recapacitas y dices sí, tiene razón. Muchas veces te dejas llevar. Los viajes con los amigos, por ejemplo. Venga, vamos todos. Pagas mucho dinero cuando en realidad no lo necesitas. Mi hermano me controla estas cosas y me dice 'oye, colega, vigila. Vuelve que el dinero se acaba'.
- Hablaba de la cultura de fútbol alemana. ¿Cómo es la Bundesliga?
- Lo que más me gusta es que los campos están llenos. Los clubes y la liga lo facilitan porque, por ejemplo, nosotros sabemos dónde y a qué hora vamos a jugar el 3 de febrero. Las familias se pueden planificar. Las entradas son muy baratas. Por cinco euros puedes ver fútbol. En España, por cinco euros no ves ni un partido de Segunda B. Yo he ido y he pagado 12. ¡En Alemania te dan casi un palco por ese dinero! (risas).
Javi Martínez controla un balón en presencia de Thiago Alcántara.
fc bayern
Ganar títulos
- Ha ganado un Mundial, un Europeo, una Champions, siete Bundesligas, cuatro Copas y tres Supercopas alemanas, una Supercopa de Europa y un mundialito. ¿Qué le queda por hacer?
- Lo que más me jode es no haber conseguido un título con el Athletic. Eso hubiese estado a la altura de la Champions, del Mundial o de cualquier título que he conseguido.
- Podría volver para reintentarlo.
- Si me garantizaran que lo ganaría volvería de cabeza. Fuimos subcampeones y aquello fue la leche. Lástima que nos faltara gasolina en la final de Bucarest. La temporada fue larga. Jugamos dos previas, llegamos a las finales... Fue un año duro y acabamos cansados. Fueron dos finales increíbles y de las mayores impotencias de mi vida.
- ¿Cómo definiría sus seis temporadas como rojiblanco?
- El primer año fue un curso intensivo de madurez. Lo recuerdo ahora, cuando el Athletic está arriba, porque hace no tanto peleábamos por no descender. Moralmente, fue un año durísimo. Nos salvamos en la última jornada. No dormía por las noches, no podía salir de casa porque estábamos en una situación que... Ni me apetecía salir. Crecí cuatro, cinco años en esa temporada. Luego fuimos en una trayectoria ascendente.
- ¿Ha triunfado en la vida?
- He cumplido el sueño de mi vida. Desde que tengo uso de razón quería ser futbolista. He luchado muchísimo y mi familia ha luchado casi más que yo. ¿Qué es triunfar? Para mí, triunfar es alcanzar las metas que te has marcado. Es una de las razones por las que vine al Bayern.
- Siempre ha sido un echado para adelante.
- Cuando estaba en el Athletic había un equipo que apostaba muy fuerte por mí y me daba la opción de conseguir todas las cosas que sueña un futbolista. No una persona, un futbolista. ¿Qué porcentaje de jugadores tiene una Champions?
- Ínfimo.
«Lo que me hizo cambiar fue que en el Bayern podía aspirar a cosas que en Bilbao quizás no podía»
- Bajísimo. Por eso fue el cambio.
- Quería ganar.
- Mucha gente no lo entendía. Más allá del dinero, que tampoco hubo mucha diferencia, lo que me hizo cambiar fue que aquí podía aspirar a cosas que en el Athletic no podía.
- ¿Volverá algún día?
- Vuelvo muy a menudo como persona, como un enamorado de la ciudad y de su gente. No lo sé. Tengo 31 años y ya veremos. Me quedan dos años de contrato y cuando hablo con el presidente y el entrenador me dicen que soy importante para el club.
- ¿Este año ha habido contactos para explorar la opción de su regreso?
- No ha habido nada.
- ¿Le gustaría acabar su carrera en San Mamés?
- Estoy muy agradecido al club. Quién sabe. Es algo que he vivido durante seis años y fue maravilloso, y cuando algo ha sido tan maravilloso nunca puedes decir que no. También es verdad que siempre me ha llamado lo de irme un par de años por ahí, a la otra parte del mundo.
- ¿A Estados Unidos?
- Incluso a Australia. Irme un año o dos y evadirme de todo, jugar donde ni siquiera llegue Internet.
- ¿Y si le llama el Athletic?
- Pues no lo sé. Primero tendría que pasar, que me llamase el club. Luego, lo pensaríamos.
Los números en el Bayern y en el Athletic
208
partidos ha jugado con el Bayern desde que fichó en 2012.
12
goles ha marcado el navarro con la camiseta del gigante bávaro.
17
títulos ha ganado con el Bayern, entre ellos 7 ligas y una Champions.
251
partidos ha jugado Javi Martínez con la camiseta del Athletic.
27
goles ha marcado el centrocampista como rojiblanco
40
millones pagó el Bayern de Múnich en 2012 por el navarro.
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