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Ya no es aquel inquieto manojo de nervios. Más maduro tras retirarse como jugador profesional, Fernando Amorebieta continúa disfrutando del Athletic y del fútbol. Es socio en tribuna Sur de San Mamés, a donde acude con frecuencia, y se lo pasa en grande en el ... Iurretako, el equipo de la localidad a la que llegó a vivir con dos años cuando sus padres regresaron de Venezuela. El antiguo central se esfuerza por labrarse un futuro en el fútbol. Quedarse en casa con los brazos cruzados no es una opción para él. «¿Vivir de las rentas? No. Es importante tener la cabeza ocupada en algo. Tener tanto tiempo libre no es bueno», asegura sentado en uno de los banquillos del campo de Larrako poco antes de iniciar uno de los tres entrenamientos semanales con su equipo de División de Honor regional.
- ¿Dónde se ve en el futuro?
- Hago el curso de dirección deportiva en Las Rozas (sede de la Federación Española), el de entrenador y tengo la licencia de agente.
- ¿Y qué prefiere ser, entrenador, director deportivo o agente?
- No lo tengo muy claro. Como director deportivo en Cerro Porteño en Paraguay viví una experiencia muy buena. Lo primero es prepararse para lo que venga. Hace poco me llamó el seleccionador de Venezuela (José Pékerman) para preguntarme por mi situación y ver si podíamos ayudarnos mutuamente.
- La vida de exjugador, sobre todo en un caso como el suyo con mucho dinero ganado, parece maravillosa. No tienen ninguna obligación, hacen lo que quieren y viven de las rentas. ¿Es así?
- Es complicada. Uno se ha acostumbrado a una rutina de entrenamientos y fines de semana ocupados con partidos. Cuando te retiras, te quedas en casa en el sofá y piensas que el día es largo. Hay que dedicarle tiempo a algo. No es fácil. Hay días que me digo ¿qué hago hoy? Y eso a uno anímica y mentalmente le agota. Uno tiene que buscar algún entretenimiento.
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j. o. l.
- ¿Vivir de las rentas no vale?
- No. Es importante tener la cabeza ocupada en algo. Como digo, tener tanto tiempo libre no es bueno.
- ¿Qué hace un día normal?
- Tengo dos hijas, de nueve y cinco años. Llevo a la pequeña al colegio, juego al pádel, el lunes voy al curso de dirección deportiva, vengo a entrenar tres días a Iurreta... Un poco eso, buscar algún entretenimiento en el deporte para mantenerme bien físicamente.
- No parece muy estresante.
- No, pero cuando no tienes nada que hacer le das muchas vueltas a la cabeza. Las mañanas se hacen largas y tener la cabeza ocupada es importante.
- ¿Cómo se lleva de jugar para 40.000 espectadores a hacerlo para un centenar?
- Aquí viene gente del pueblo que conoces de toda la vida y eso también ilusiona. Además, el día a día es más llevadero de exjugador porque sales a la calle y ya no te conoce tanta gente.
- Se fue del Athletic en 2013. ¿Qué recomienda a los jugadores que pueden tener ofertas?
- Irte del Athletic no es fácil. Por mi experiencia, como en el Athletic no se está en ningún lado. El Athletic es una familia, un grupo de amigos con el que llevas muchos años. Cuando vas fuera te encuentras otro panorama diferente. Te encuentras gente de muchas nacionalidades, gente que no te hace el camino fácil, que piensan más en ellos que en los compañeros. El Athletic es diferente. Recomendaría que se queden en el Athletic porque es un club maravilloso y donde mejor se cuida a los jugadores.
- En su entrevista de despedida del Athletic con destino al Fulham dijo a este periódico «ganaré menos, pero no me arrepiento». ¿Sigue sin arrepentirse?
- No es que me arrepienta, aunque hoy hubiera tomado otra decisión, la de quedarme. Pero no me arrepiento porque he conocido otra gente interesante, otros países... Estoy contento por ese lado, pero sí es cierto que la experiencia de comenzar en el Athletic y retirarte aquí es mejor que la que he podido tener fuera.
- En aquellas negociaciones le ofrecían 1,8 millones netos y cuatro años. ¿De quién fue la culpa de que no firmara?
- Yo quería cinco años. Esa era la diferencia. No se hicieron las cosas bien y por mi parte podía haber hecho algo más. Pero me enteré que me retiraban la oferta por los medios y no por el club. También es verdad que había que ser inteligentes. Venía un chaval, Laporte, apretando muy fuerte. El club lo sabía. No me quiso dar ese año de más y entendí que era el momento de irme.
- Dijo entonces también «el dinero no es lo más importante para mí», una frase que no resulta creíble en un jugador.
- Me fui cobrando menos de lo que se me ofrecía y luego no me benefició lo sucedido porque al bajar con el Fulham el contrato se redujo. Más prueba que esa de que no era algo económico... No es que me fuera perdiendo muchísimo dinero, pero a la larga sí que me tocó perder más dinero por la situación. Lo más cómodo era quedarme en el Athletic y cobrar seguro, pero en ese momento quería un año más y el club apostaba por la juventud que venía detrás. Hay que ponerse en el lugar de todos.
- ¿Cómo lleva esa fama de jugador alocado?
- Soy un jugador que siempre he ido fuerte y al que han sacado muchas tarjetas. La gente te pone ese sambenito, pero cada uno tiene sus características y esas eran las mías.
- Sus dos incidentes más célebres fueron en San Mamés con una dura entrada a Iniesta y con un par de codazos a Aduriz, que se enfadó mucho con usted. ¿Cómo los recuerda?
- La de Iniesta era un día que llovía mucho en San Mamés y entre que yo fui fuerte y me deslicé por el agua, me lo llevé por delante. Aduriz me conoce y yo le conozco. Ha ido siempre fuerte por arriba. Era una lucha. Aduriz entrenaba igual. Son cosas que pasan en el campo. Con Aduriz tengo una magnífica relación.
- ¿Cuál ha sido su mayor locura?
- Antes de retirarme en Cerro Porteño. Uno hace cosas a veces que no están bien y mordí a un rival en la parte de atrás de la cabeza. Lo siento muchísimo. Nos expulsaron a los dos, a él injustamente.
- ¿Cómo fue el paso de jugador a director deportivo?
- Estaba en Cerro, llegó la pandemia y estuve cuatro meses entrenando solo en mi piso. Al retomar los entrenamientos, tenía una molestia tras otra. Renuncié incluso a parte del salario para ayudar al club. Hablé con el entrenador, Chiqui Arce, y le dije que me iba. Me preguntó si seguiría jugando. Le contesté que no y me propuso quedarme en el club como director deportivo. Fue algo que me pilló por sorpresa. Estuve así unos meses, pero cuando a mi hija le dieron la plaza en el Colegio Americano (Berango) decido volverme. Mantengo buena relación con el entrenador, con el que hablo a menudo, y con el club. De vez en cuando voy a estar con ellos unos días.
- ¿Qué le parecen los centrales del Athletic?
- Lo comento con Susaeta y Beñat, que el Athletic atrás está a un nivel altísimo. Martínez, Yeray y
Vivian están a un nivel espectacular. El que está con menos confianza es Nuñez, pero ha demostrado que es un grandísimo central.
- Nuñez es el cuarto central. ¿Le vendría bien irse del Athletic?
- Fuera del Athletic no te ponen el camino fácil. Lo que necesita es recuperar la confianza que tenía cuando empezó. Hay que tener un poco de paciencia con él porque ha demostrado ser un gran central.
- ¿Dónde fue más feliz como jugador?
- En el Athletic. Mi mayor acierto fue jugar aquí.
- ¿Y su momento de máxima alegría?
- Mi debut en el Athletic. Y luego me llevé una gran alegría en Independiente, en donde ganamos la Copa Sudamericana (el equivalente a la Liga Europa). Fui mi primer título y me vino muy bien mentalmente por mi trayectoria y mi decisión de salir del Athletic. Luego gané la Liga paraguaya con Cerro Porteño.
- ¿Y dónde fue más infeliz?
- En Argentina me tocó vivir algo complicado por el tema económico. Tenía un salario alto y era el único extranjero por el que no habían pagado traspaso. A Jonas Gutiérrez y a mí nos apartaron. Trabajábamos en otro campo y a otra hora. El entrenador dijo de mí que era el jardinero mejor pagado del mundo. Fue muy duro.
- ¿Y el mayor error?
- Salir del Athletic fue un paso complicado. No ha sido un camino fácil. No lo veo como error, pero sí es cierto que hoy tomaría otro camino.
- ¿Por qué jugó con Venezuela, por despecho por no ser llamado por España?
- Para nada. Insistieron mucho y cuando se pudo, me fui con ellos. Fue una decisión buena porque conocí el país en el que nací, jugué mucho. De hecho, a día de hoy, me siguen llamando.
El DNI. El próximo día 29 cumple 37 años. Nació en Cantaura (Venezuela), pero con dos años llegó a vivir a Iurreta.
Equipos. Ikastola San Miguel de Iurreta, cantera del Athletic desde los 11 años, Athletic (2005-13), Fulham (2013-15), Middlesbrough (2015-16), Sporting (2016-17), Independiente (2017-18) y Cerro Porteño (2018-19). Quince partidos y un gol con la selección de Venezuela.
En el Athletic. 254 partidos y cuatro goles.
Títulos. Copa Sudamericana con Independiente y Liga Paraguay con Cerro.
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