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El diagnóstico sobre la causa del decepcionante resultado de ayer del Athletic fue común entre todos los rojiblancos que atendieron a los periodistas. La falta de pegada fue la clave. El equipo rojiblanco firmó ayer 22 remates a puerta para acabar con un único tanto ... y, para colmo, por medio de un penalti.
«Es un punto que sabe a poco. Si no ganas con tantas ocasiones como hemos tenido la conclusión es que el único pero a poner es la falta de puntería. A la gente que ha venido al campo le gusta lo que ha visto», resumió Iker Muniain. «Sobre todo, nos ha faltado meter alguna más de las oportunidades que hemos tenido», añadió Unai López. «El equipo ha hecho todo lo que tenía que hacer para lograr los tres puntos», zanjó Raúl García, autor del único gol. Gaizka Garitano lanzó el mismo lamento: la falta de remate penalizó a los suyos.
El Athletic regresaba a San Mamés 36 días después de su última comparecencia. Fue un triste empate a cero ante el Eibar, un duelo que hizo que los hinchas cuestionaran la pobreza del juego. Aquel día los de Garitano apenas dispararon en ocho ocasiones a puerta. Ayer casi multiplicaron por tres ese registro.
Los 22 remates firmados ante el Celta suponen, además, la segunda mejor marca de la campaña de los rojiblancos en sus 20 partidos de Liga. Sólo en el 2-1 ante el Levante hubo más potencia de fuego, con 23 disparos a puerta. Ante el Celta, seis fueron a puerta, diez fuera y otros seis acabaron bloqueados.
Sin embargo, la única forma que encontraron los rojiblancos de rescatar al menos un punto fue por medio de un penalti. Lo anotó Raúl García, un jugador de máxima fiabilidad en esta suerte. Ha festejado 12 de los 14 que ha disparado con la camiseta rojiblanca.
Garitano no tiene recursos en el puesto de nueve. Hay tres jugadores que son delanteros centros, pero uno, Aritz Aduriz, sigue en proceso de recuperación de su cadera, y los otros dos, Villalibre y Kodro, que luchan por ser el primer suplente, están lejos de ganarse un sitio en el once.
Garitano buscó una solución con Williams, pero no le convenció. Apenas lleva cuatro goles esta campaña y le movió a la banda derecha para reconvertir a Raúl García de nueve. No es tampoco su sitio porque su especialidad es llegar desde atrás, no ser un delantero de referencia.
Esto explica que partidos con una aplastante ofensiva como la de ayer no encuentren premio. El Osasuna 1-Athletic 2 del pasado 24 de noviembre fue el último duelo de Liga en el que los delanteros han marcado de jugada.Lo hicieron Williams y Kodro. A partir de ahí se han sucedido seis jornadas en las que los rojiblancos sólo han firmado tantos de penalti (Williams en el campo delBetis y Raúl García ayer) o por medio de sus laterales, Berchiche (en el Villamarín y alGranada) y Capa (en el Pizjuán).
Garitano tiene claro que el Celta es uno de los equipos de la Liga que más flojea en defensa.Por eso buscó hacerle daño por medio de centros laterales y de los córners. El entrenador elogió que se lanzaron bien y que se remataron la gran mayoría de los trece botados, la cifra más alta desde que llegó al banquillo.
Sin embargo, no sirvieron de nada.El Athletic no firma un gol de una jugada de saque de esquina desde que en agosto de 2018 sacó uno Susaeta y lo remató Nolaskoain. Ni ellos ni su entonces entrenador, Eduardo Berizzo, están hoy en el club.
El vestuario coincidió en otro lamento. De los seis equipos que le precedían en la tabla, sólo ganó el Getafe. La falta de remate dejó a los rojiblancos sin un sitio en Europa y a apenas tres puntos de la Liga de Campeones.
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