Dani García, garra y entrega en el centro del campo del Athletic

Osasuna no le puso en aprietos en la primera parte, pero nada más comenzar la segunda recibió el gol de Adbe en el que no pudo hacer nada. Dio seguridad a su defensa y ofreció un buen desplazamiento de balón en largo en el tramo final del encuentro.

Sufrió muchísimo el lateral de Laguardia por la movilidad de Abde, el jugador más peligroso de Osasuna que le buscó en todo momento. Tuvo que recibir las ayudas tanto de Berenguer como de Vivian para poder frenarle. Superado en el gol, Valverde le reemplazó por Lekue.

La mejor noticia es que regresó después de tres largos meses de ausencia. Su clase y su experiencia son muy importantes para la defensa rojiblanca, aunque en El Sadar se le notó la inactividad, sobre todo en la primera parte. Trató de ayudar a Vivian porque Budimir le buscó mucho más al central de Vitoria. .

Budimir no le dio tregua y le hizo jugar al límite en muchos momentos del partido. Trató de echar una mano a De Marcos para cerrar la zona más peligrosa de Osasuna, como quedó evidenciado en el gol, en el que no pudo frenar la internada de Abde por ese costado derecho.

Vivió mucho más tranquilo por la lzquierda que sus compañeros de banda contraria. Osasuna volcó el juego casi siempre por el otro costado, mientras Yuri mantuvo a raya casi siempre a un Chimy Ávila al que jugar por la banda le impide mostrar toda su peligrosidad. En ataque solo se dejó ver en el tramo final, donde el Athletic buscó sus subidas.

Se le vio muy poco en el encuentro. El tipo de encuentro que se disputó en El Sadar, de mucha intensidad y balonazos, no le ayudó. Trató de ayudar en lo que pudo a Dani García, de nuevo a su lado en el centro del campo.

Regresó a la titularidad para formar pareja con Vesga y tuvo un tipo de partido muy adecuado para él, donde su entrega y su capacidad física para pelear cada balón sirvieron para que el Athletic mantuviera el pulso en el centro del campo. Como de costumbre, no se arrugó a la hora de las disputas.

Desaparecido en combate. En El Sadar tocó la versión sombría de Sancet, superado por el tipo de partido que plantearon tanto Osasuna como Athletic. La sucesión de pelotazos, choques y disputas de balón no le permitieron poner orden en el fútbol de ataque rojiblanco y sufrió para intentar destacar en terreno rojillo.

Otro que estuvo desaparecido entre la defensa de Osasuna. Le tocó ser el nueve, la referencia del Athletic, pero Iñaki Williams estuvo totalmente desasistido porque ni le llegaron balones ni tuvo la capacidad para superar a la defensa y crear sus ocasiones. Fue reemplazado.

Intrascendente partido del capitán rojiblanco. Valverde le dio continuidad por dentro, en compañía de Sancet, pero el resultado fue el mismo que frente al Girona. Sin presencia en un partido donde el balón fue de un lado a otro y se peleó en cada palmo de terreno. Reemplazado en la segunda parte.

Un encuentro donde estuvo más pendiente en la primera parte de recular que de atacar. Los problemas de De Marcos por esa banda derecha obligaron a Berenguer a retrasar a menudo su posición para realizar las ayudas a su lateral, lo que le lastró en su presencia en ataque.

Entró por De Marcos y al menos logró cerrar su banda, a lo que ayudó también la fatiga de un Abde que fue reemplazado.

Al igual que sucedió frente al Girona, el equipo notó su presencia en el terreno de juego. El navarro pelea, se entrega y complica las cosas a la defensa rival.

Tuvo una clarísima ocasión para empatar el partido en el descuento.

Su presencia en el once titular tras superar sus problemas de fascitis plantar es una muy buena noticia para el Athletic, más allá del resultado. Iñigo Martínez es un jugador que ofrece mucho en el aspecto defensivo.

Vistos los problemas de creación y ataque que tiene el Athletic, es fundamental que Sancet sea protagonista. El equipo necesita de su capacidad para romper por dentro, de su visión de juego y de su pegada