El 1x1 del Las Palmas-Athletic: Paredes, el mejor. ¿Y para ti quién ha sido el más destacado? Vota aquí

Pese a una doble intervención de mérito en los compases iniciales del encuentro a remates de Moleiro y Mcburnie, con empate a cero aún en el marcador, no tuvo su mejor tarde. Combinó intervenciones de mérito como un despeje a córner tras cabezazo de Fabio Silva con errores de bulto como la salida a destiempo en el segundo tanto local. Pudo hacer algo más también en el primer gol canario.

Atento al corte y sin contemplaciones en las disputas de balón cuando Las Palmas apretó en una segunda mitad que se hizo eterna con un jugador menos. Sacó un balón bajo palos con 0-2 en el marcador en una jugada de mucho mérito en la primera mitad y redondeó su vuelta a los terrenos de juego tras lesionarse en el primer partido de Liga con el tercer tanto rojiblanco a pase de Iñaki Williams que certificó la victoria.

El auténtico líder de la zaga rojiblanca. Atento a la hora de echar un capote e Yuri en la izquierda, estuvo contundente en el cuerpo a cuerpo y se atrevió incluso a salir con el balón controlado obligando al rival a pararle en falta en más de una ocasión. Cuando tocó echar un paso atrás en inferioridad numérica se mostró infranqueable por arriba.

Tuvo la difícil misión de intentar cerrar las internadas de Marvin por la izquierda y lo consiguió salvo en ocasiones puntuales. Quizá por eso no se prodigó en ataque como en otras ocasiones. En una de sus contadas cabalgadas hacia adelante llegó la jugada de la expulsión de Jauregizar, que intentó tapar la internada de Sandro por esa zona.

Salió vencedor en casi todos los duelos con Moleiro, el jugador más desequilibrante del cuadro canario en la banda derecha, que terminó centrando su posición. Destiló oficio en un partido con muchos altibajos. Atento al corte y solvente en la salida de balón ante la presión rival, sus incursiones en campo rival fueron contadas por exigencia del guion.

Fue uno de los destacados del equipo. Además de intervenir en todas las jugadas de ataque logró abrir el marcador a centro de Iñaki Williams. Sigue en estado de gracia de cara al gol. De hecho, vio como le anulaban un segundo tanto a la media hora de juego y poco antes también dispuso de otra ocasión clara, pero su disparo desde el borde del área se marchó fuera por poco..

Fue su primera titularidad después de no haber podido realizar la pretemporada en condiciones debido a su lesión y estuvo bastante discreto. Se compenetró bien con Jauregizar a la hora de bascular en la medular, pero se mostró más fallón que de costumbre en el pase. Se le vio falto de ritmo y fruto de ello vio una cartulina amarilla por agarrar por detrás a un rival.

Cuajó una buena primera mitad. Eficaz a la hora de presionar y aseado a la hora de circular el balón, debe atemperar su ímpetu. La primera cartulina amarilla era evitable y, aunque la roja directa que le mostró el colegiado en la segunda mitad fue demasiado rigurosa y bien podía haberse quedado en amarilla, hubiera supuesto igualmente la expulsión.

Un puñal por la banda derecha. El extremo rojiblanco fue un auténtico quebradero de cabeza para la zaga canaria, aunque le faltó acierto a la hora de centrar. En una de esas incursiones inauguró Sancet el marcador. El mayor de los Williams también estuvo cerca de marcar con un disparo lejano que se marchó fuera a la derecha de la meta de Cillesen.

Cada vez que toca el balón suceden cosas. Desequilibrante en el uno contra uno, logró un tanto de bella factura en combinación con su hermano que parecía romper el partido en una buena primera mitad del Athletic. Sin embargo, en la segunda parte el pequeño de la saga estuvo menos participativo y Valverde decidió darle descanso en la recta final.

No está fino de cara al gol como la temporada pasada, pero sigue siendo una pieza importante en el juego del equipo a la hora de bajar a defender y recibir de espaldas. Estuvo listo en el gol de Sancet dejando pasar el esférico para que el Navarro fusilase a Cillesen. La expulsión de Jauregizar obligó a Valverde a mover ficha y le sustituyó buscando blindar el centro del campo.

Saltó al césped a falta de un cuarto de hora para el final en sustitución de Oscar de Marcos con la misión de cerrar el lateral derecho ante las acometidas de Fabio Silva. No tuvo excesivo protagonismo en el juego, pero fue un muro en las contadas ocasiones en las que le tocó defender los centros laterales de un cuadro canario volcado en busca del empate.

Valverde le dio entrada para dar oxigeno al centro del campo tras quedar el equipo en inferioridad. Pasó desapercibido quizá porque las tareas defensivas siempre lucen menos, pero ayudó a mantener la intensidad necesaria cuando más presionaban los insulares. Intentó dar pausa al juego tras robo pero sin demasiado éxito.

Saltó al campo a falta de media hora para el final en lugar de Guruzeta y desde el primer instante hizo gala de su habitual derroche físico y tesón en las disputas. Era lo que exigía el encuentro, brega constante y pocas florituras y el navarro lo entendió a la perfección multiplicándose a la hora de ayudar a la defensa.

Ocupó el puesto de Sancet con veinte minutos por delante. Su puesta en escena fue algo fría, pero poco a poco el bermeotarra fue entrando en calor, sobre todo en lo que se refiere a la destrucción. Valverde le dio entrada para se vaciase en la presión e incomodase la circulación de balón de lo locales y cumplido en el cometido.

Ocupó el puesto de Nico en la banda izquierda a falta de veinte minutos para la conclusión y su salida fue providencial. De sus botas nació el tercer gol rojiblanco. El navarro levantó la cabeza y envió el balón al segundo palo donde Iñaki Williams puso el balón en bandeja a Paredes para que marcase el tanto que dio los tres puntos al Athletic.