Villalibre caído sobre el césped del Ciutat de Valencia tras lesionarse. ATHLETIC CLUB

La única esperanza

Sigue siendo una incógnita el nivel que alcanzará Villalibre, pero a corto y medio plazo va a ser el único nueve puro del Athletic

Martes, 23 de noviembre 2021, 00:29

A todos nos conmovieron las lágrimas de Asier Villalibre mientras se retiraba a los vestuarios del Ciutat de Valencia tras recaer de su lesión muscular; una de esas lesiones recurrentes que acaban martirizando al jugador que las sufre. El del viernes, de hecho, fue para ... el delantero de Gernika el tercer episodio de una pesadilla que comenzó el 21 de septiembre en el partido ante el Rayo, continuó 27 días después frente al Villarreal y retornó de nuevo contra el Levante. No hace falta decir que esta sucesión de acontecimientos obliga a preguntarse si se trata de un caso de mala suerte o si, por el contrario, se ha cometido algún error de cálculo por parte de los servicios médicos a la hora de establecer los plazos de las diferentes reapariciones del jugador.

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Perder a Villalibre tiene mucha más importancia de la que podía suponerse en un futbolista que esta temporada sólo ha sido titular en un partido, ante el Rayo, cuando Marcelino apostó por una rotación masiva. Y la tiene porque 'el Búfalo' no es un jugador más. Y no lo decimos por su condición de txistulari, trompetista y líder de Orsai y de una electrotxaranga cada vez más popular sino por su condición de alternativa, que es como decir de esperanza, en un puesto, el de delantero centro, donde el Athletic está viviendo una auténtica travesía del desierto desde la marcha de Aduriz.

En la información de Javier Ortiz de Lazcano que abre estas páginas se describe el vacío histórico que ha provocado la ausencia del donostiarra. Y decimos histórico porque, por primera vez, el Athletic no ha sido capaz de paliar la pérdida de su mejor goleador. Durante décadas, esto ha sido posible, una veces con canteranos y otras, la mayoría, con fichajes. Hasta se puede establecer una línea sucesoria que comenzaría con Carlos, Sarabia, Julio Salinas, Uralde, Loren (si se me permite la licencia), Ziganda, Urzaiz, Aduriz, Llorente, de nuevo Aduriz... Ahora eso no ha sido posible y lo peor es que no lo va a ser a corto y medio plazo. Ni se espera un gran '9' procedente de Lezama ni lo hay en el mercado. El joven Karrikaburu, la principal promesa vasca en esa posición, ha renovado con la Real hasta 2026 con una cláusula de 60 millones.

Villalibre está viviendo un calvario en una temporada en la que necesitaba reafirmarse

Karrikaburu, la principal promesa vasca como '9', ha renovado hasta 2026 con la Real

El Athletic, en fin, está condenado a la autarquía en un puesto trascendental; de ahí la necesidad de poner el foco en Asier Villalibre, el único nueve puro de la plantilla. Y de ahí la preocupación por la forma tan desgraciada en que está transcurriendo la temporada del gernikarra, sin apenas protagonismo y condenado al dique seco, primero en dos plazos de dos meses y ahora en otro todavía mayor, casi de dos. A sus 24 años, la que debería haber sido la temporada de su consolidación como un futbolista capaz de hacerle replantearse a Marcelino su cada vez más discutida apuesta por Iñaki Williams como d elantero centro se ha convertido en un fiasco.

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Sobre Villalibre, en fin, vuelve a flotar una duda fundamental, la referida al impacto que acabará teniendo en el equipo. ¿Se ganará algún día la titularidad o tendrá que conformarse con ser un jugador estancado en el fondo de armario de la plantilla, un buen chaval, simpático y jatorra, al que es le recordará por su trompeta y su barba de derviche turco? De cuál sea la respuesta a esta pregunta puede depender el futuro deportivo del Athletic más de lo que queremos o podemos imaginar.

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