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Gaizka Garitano quiere pisar tierra firme cuanto antes. El técnico del Athletic espera desterrar los fantasmas del pasado ejercicio, esos espectros que se aparecieron cuando el equipo rojiblanco arrancó de manera titubeante, con una deprimente racha de trece encuentros sin ganar. El barco vizcaíno ... encalló, se metió en el pozo de la clasificación, y brotó un fundado terror a la posibilidad de perder la categoría. De ahí que el míster de Derio haya preparado a conciencia estos tres primeros encuentros de la Liga, hasta el parón que se producirá el fin de semana del 7-8 de septiembre -juegan las selecciones-, para evitar a toda costa que los temblores regresen a La Catedral. Y, dentro de esta trilogía de duelos, el preparador ha colocado especial mimo en el estreno de la Liga, mañana, contra el Barcelona (21 horas).
El mensaje transmitido por el vestuario durante el mes y medio de pretemporada ha resultado muy similar: la relevancia de arrancar la temporada con una provechosa recaudación de puntos. Asumen la dificultad de tumbar al campeón de la Liga, de derrotar en su feudo al EuroGetafe, y superar a la Real Sociedad en La Catedral, pero eso aportará más valor si cabe al reto que tiene por delante un conjunto que tiembla cuando recuerda lo sucedido la pasada campaña. De ahí que Garitano se haya obsesionado con no dejar ni el más mínimo detalle sin atar de cara a esta trilogía de encuentros, aunque las casi seguras ausencias de Iñigo Martínez, Ibai Gómez e Iñigo Córdoba pueden obligarle a cambiar sus planes iniciales.
Aunque el equipo no perderá las señas de identidad que el preparador vizcaíno le ha querido inculcar desde el 4 de julio, día que comenzó la pretemporada y la misma jornada en la que conoció sus oponentes en este complicado descorche del campeonato. Desde entonces -e incluso antes-, ha vivido con una idea en la cabeza: efectuar la mayor cosecha posible de puntos en este tramo para llegar al parón con una buena perspectiva y que la moral de su tropa no se funda antes de tiempo. Físicamente, por lo visto en los encuentros de pretemporada, el equipo se encuentra en el tono óptimo, con la capacidad suficiente para sostener la estructura defensiva y de presión que estrenará en unas horas contra la escuadra de Ernesto Valverde.
prevenidos
Ha construido una forma de agobiar la salida del balón culé durante todo el calentamiento del ejercicio. Sin tiempo para dejar pensar a los catalanes, con Williams como principal estilete, aunque con una brutal implicación de Raúl García, Muniain y un Córdoba para que el que debe encontrar sustituto; quizá Mikel Balenziaga para formar el doble lateral empleado el pasado curso contra la formación culé, con Berchiche y el lateral de Zumarraga.
Aunque por encima de los nombres, lo que queda es el deseo de Garitano de que no se produzcan vías de agua sobre el césped, lo que se traducirá en resultados positivos para los intereses rojiblancos. Porque hace un año, el proyecto de Eduardo Berizzo nació torcido. A pesar de la esperanza que generó el fichaje del técnico argentino, su forma de preparar al equipo -lo ha reconocido más de un futbolista-, el modelo empleado para proteger la portería -una defensa al hombre-, tiró al traste la ilusión a las primeras de cambio. Sí, se ganó al Leganés, pero con más sufrimiento que otra cosa. Y luego, la escuadra vizcaína entró en barrena.
Por eso, Garitano no desea irse más allá del primer fin de semana de septiembre, cuando se produzca el parón después del derbi contra la Real Sociedad. Plantarse en ese momento de la Liga sin ningún punto cosechado, tiraría por tierra toda la preparación y dejaría al Athletic muy tocado. De nuevo, los fantasmas. En cambio, sumar victorias daría ese plus de confianza que el míster quiere introducir en una caseta concienciada.
Las tres bajas habituales durante estos últimos días. Ni Ibai Gómez, ni Iñigo Martínez ni Iñigo Córdoba estuvieron ayer en el entrenamiento de Lezama. De este modo, su participación en el duelo de mañana contra el Barcelona resulta casi imposible. Tampoco pisó el césped Yuri Berchiche, aunque en su caso no parece que exista ningún problema para que salte al césped de San Mamés. Lekue, por su parte, sigue al margen. El central de Ondarroa jugó el pasado miércoles en Perugia contra la Roma y, desde entonces, no se ha ejercitado con sus compañeros. Ha tenido una pretemporada complicada, ya que sufrió una lesión muscular durante las pruebas médicas, y estuvo mucho tiempo apartado del grupo. Ayer, se ejercitó con Xabi Clemente, en un campo aparte. Más tarde se entrenó Córdoba. El bilbaíno, con un golpe que arrastra desde el partido contra la escuadra italiana, también aparece en el apartado de dudas. Estuvo al margen con Lekue. E Ibai Gómez ni salió al exterior.
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