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Fernando Iturribarria
Viernes, 2 de febrero 2018, 00:39
El multimillonario traspaso de Aymeric Laporte va a salvar de la ruina al Sporting Union de Agen, el modesto club de su ciudad natal. Los 650.000 euros que espera ingresar por derechos de formación en sus vacías arcas le permitirán pagar a ... sus acreedores le evitará declararse en quiebra a final de temporada. «Estamos felices por el chaval y terriblemente aliviados por nuestra parte», celebran sus directivos.
El Agen está clasificado actualmente en penúltima posición de su grupo de Regional 3 (octava división francesa). Su situación económica no es menos desastrosa. Arrastra un déficit superior a los 100.000 euros y se encaminaba a su liquidación judicial la próxima temporada. En ese calamitoso contexto financiero, la inesperada lluvia de dinero representa un regalo caído del cielo gracias al pelotazo del mejor pelotero salido de su cantera.
Laporte jugó en el Agen hasta 2009. El club tiene derecho a cobrar un 1% del traspaso, a razón de un 0,25% por cada temporada en las que el jugador militó en sus filas entre sus 12 y 16 años. Esa indemnización por formación se eleva por tanto a 650.000 euros de los 65 millones de la cláusula de rescisión abonada por el Manchester City al Athletic. La cifra casi cuadriplica los 180.000 euros presupuestados para la actual temporada aunque en la práctica no iban a poder gastar más que 70.000 en el presente ejercicio.
«El destino llama a nuestra puerta. Es inesperado y una bella recompensa para nuestros esfuerzos», declaró Jean-Claude Brunel, copresidente de la entidad, satisfecho por recibir un balón de oxígeno «más que extraordinario pues el club estaba en una situación muy crítica». Aunque las principales deudas han sido sufragadas, había tenido que crear una reserva bancaria para atender el importe global de 22.000 euros representado por los pequeños acreedores.
«Si la providencia no se hubiera manifestado, estábamos resueltos a echar el cierre a final de temporada ya que nos encontrábamos en la incapacidad de hacer frente a los gastos de funcionamiento», explicó Brunel al diario regional ‘La Dépêche du Midi’. El pasado 1 de diciembre la directiva había lanzado un llamamiento de ayuda para salvar al club de la desaparición. «El traspaso de Aymeric nos asegura a priori varias campañas de funcionamiento ya que al restaurar poco a poco una imagen muy degradada podremos contar también con el crecimiento de la partida de patrocinios», analizó.
La directiva desea recuperar la categoría de Regional 1 en un par de temporadas con el objetivo a medio plazo de subir a Nacional 3. «Evitemos caer en la euforia pues otras preocupaciones se anuncian con la necesaria perennidad del club», advirtió por su parte Jean-Pierre Pontens, el otro copresidente. «No tendría excusas dilapidar todo este dinero en el transcurso de las temporadas venideras con el pretexto de que vamos a disponer de medios reales», dijo.
El club no olvida la promesa que en su día le hizo Laporte de entregarle 60.000 euros de sus ingresos personales. «Esa suma será destinada íntegramente al desarrollo de nuestra escuela de fútbol como él quería y nosotros nos habíamos comprometido», afirmó Brunel, esperanzado en que el jugador cumpla con sus intenciones.
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