El sorteo soñado para la semifinal

La Copa adquiere una nueva dimensión sabiendo que es posible llegar a otra final. El Athletic cuenta al menos con el 50% de probabilidades, porcentaje impensable si el rival hubiera sido cualquiera de los de la otra eliminatoria. La cosa sigue siendo difícil, como no puede ser de otra forma en una semifinal, pero al menos no está imposible.

Se puede discutir sobre si es mejor empezar o terminar la eliminatoria en casa. Hay opiniones para todos los gustos y argumentos de sobra para defender ambas posturas. La estadística de las últimas seis semifinales disputadas solo sirve para mantener la división de opiniones. El año pasado el Athletic cayó eliminado en Mestalla por un solitario gol de Guedes tras el empate a uno que se registró en la ida en San Mamés. En el ambiente quedó flotando la idea de que el orden de los partidos afectó negativamente a los rojiblancos.

En cuanto a las cinco semifinales saldadas con éxito, dos se decidieron en San Mamés, la histórica contra el Sevilla y la del Mirandés, y tres se resolvieron con el Athletic como visitante, contra el Espanyol que había perdonado la vida a los rojiblancos en San Mamés, contra el Granada con aquel milagroso gol de Yuri en el último instante, gracias a su doble valor, y contra el Levante, también gracias a un gol inesperado de Berenguer a última hora.

Tres veces se ha enfrentado el Athletic a Osasuna en Copa, todas con éxito. La última referencia es precisamente la de la temporada 2008-09, la que desembocó en la memorable semifinal contra el Sevilla y el retorno a una final casi un cuarto de siglo después. Fue en octavos. La ida en el Sadar acabó con empate a uno y en la vuelta el Athletic se impuso 2-0 en San Mamés.

En la temporada 1960-61 el Athletic se clasificó ganando 2-0 en casa y perdiendo 1-0 en el viejo San Juan, y en la 1955-56 la eliminatoria empezó con un empate a dos en y se resolvió con un 4-0 en San Mamés. Osasuna militaba en Segunda cuando se disputaron ambas eliminatorias.

Eran otros tiempos, claro. Las cosas se han igualado desde entonces y Osasuna será un rival muy duro de roer en esta semifinal. Hace apenas tres semanas el Athletic no pasó del empate sin goles en San Mamés ante un equipo que no tuvo precisamente una de sus mejores tardes y se limitó prácticamente a defender el marcador inicial. Fue un empate que torció el rumbo de un Athletic que desde entonces no ha conseguido enderezar su trayectoria en la Liga.

La falta de gol será el principal problema a resolver por los de Valverde si quieren plantarse en una nueva final. La Copa no admite rectificaciones y a día de hoy el Athletic está sumido en un mar de dudas que deberá resolver cuanto antes. Esta misma semana hemos podido comprobar que estamos ante un equipo con dos caras: tan decidido y resolutivo en la Copa como obtuso en la Liga.

La conjunción planetaria que ha desembocado en el sorteo más favorable posible solo puede ser el mejor de los augurios para el Athletic. Pero Valverde y los suyos tendrán que volver a vestirse el traje de las grandes ocasiones y, sobre todo, dar la mejor de sus versiones en la competición que más les gusta.