Nico sostiene a España en Rotterdam

Nico abrió el melón y se comió el corazón neerlandés nada más arrancar el partido, con una pequeña filigrana en el área que dejó en evidencia al lateral Geertruida. Todo vino de un robo de cartera de Lamine Yamal a Hato, en la banda derecha, donde le birló el balón al defensa que acabaría expulsado por una fea entrada a Le Normand, se lo entregó a Pedri y el canario localizó al extremo del Athletic en la caja mágica. Con un precioso giro se deshizo de su marcador y batió por bajo a Verbruggen. No habían pasado ni nueve minutos y el pequeño de los Williams había abierto la lata en De Kuip. Era su quinto gol con España en 25 encuentros, todos ellos fuera del territorio nacional -Jordania, Georgia, Alemania (2) y Países Bajos-. Hábil y afilado, el extremo estuvo activo en las labores ofensivas y también generoso en defensa.

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Porque el atacante del Athletic no solo trabajaba en el terreno enemigo, sino también echó más de una mano a un Cucurella al que le dio muy mala vida el rapidísimo Frimpong. No tuvo el día el lateral del Chelsea, que vio cómo los dos tantos locales llegaron desde su banda.

Nico bajaba para ayudar a su compañero de banda, tapar los huecos, pero nada pudo hacer en una acción individual del futbolista del Bayer Leverkusen que acabó en el gol del empate de Gakpo. El de Amsterdam salvó todos los obstáculos y vigilancias y el balón acabó en las botas del delantero del Liverpool, quien mandó un obús al primer palo ante el que poco pudo hacer Unai Simón, de nuevo titular en su regreso a la selección. Incluso la pelota pasó entre las piernas de un defensor español y entró rozando el poste derecho de la portería defendida por el alavés.

Con Lamine bastante apagado en el costado derecho, donde no pudo hacer gran cosa hasta que fue sustituido en el minuto 67, el faro que enviaba señales luminosas era el de Nico. Hasta acabó haciéndose con las jugadas a balón parado porque fue de los pocos que mantenía algo de clarividencia en los metros de la verdad. Atraviesa por un buen estado de forma porque al tanto de anoche hay que unir los nueve que lleva con el Athletic esta temporada, cuatro en la Liga y cinco en Europa. Desde que firmó el doblete ante el Valladolid, a finales de febrero, acumula seis dianas.

Países Bajos dominó a la vigente campeona del torneo y de Europa durante más de una hora, con dos bonitos goles de Gakpo, primero, y Reijnders, nada más arrancar la segunda parte. Nico seguía picando piedra, un tanto agazapado por su costado hasta que volvió a destaparse de nuevo justo cuando más lo necesitaba España. Avisó en el minuto 86 con una jugada individual y posterior remate atrapado por Verbruggen. Fue poco después de la expulsión de Hato, quien facilitó la vida en el tramo final del encuentro a La Roja, volcada sobre la portería rival. Y cuando el choque agonizaba, el pequeño de los Williams volvió a percutir por su costado, se sacó un disparó que despejó como pudo el meta del Brighton y llegó Merino con el coche escoba para recoger el rechace y firmar el empate. El centrocampista del Arsenal solo tuvo que empujarla a la red.

«Hemos demostrado que no solo somos un equipo de toque, de jugar. También le ponemos intensidad a los partidos. Hoy (por ayer) hemos dejado claro que somos un equipo competidor y que nunca bajamos los brazos. Se ha quedado una vuelta muy bonita para Valencia», dijo el atacante del Athletic a la conclusión del partido.

Nico se mostró feliz ante las cámaras de TVE por haber vuelto a marcar con La Roja -no lo hacía con la selección desde la final de la Eurocopa-. «Pedri tiene ojos en la nuca y me ha pasado el balón. No he dudado en chutar. Ojalá lleguen más goles así en el futuro», se sinceró, aunque no ocultó que España quería haberse traído la victoria de Rotterdam. «En la selección se roza siempre la excelencia. Siempre queremos ganar. Es lo que nos inculca La Roja», añadió. El desenlace llegará el domingo en Mestalla.

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