Las siete vidas de Garitano

Con el Athletic, el técnico de Derio está evidenciando una capacidad de supervivencia enorme. Cogió al equipo en puestos de descenso a finales de 2018 y consiguió recuperar a una plantilla al borde del colapso con Berizzo y llevarla a pelear por los objetivos más nobles. Sólo la derrota en la última jornada ante el Sevilla en el Pizjuan privó a los rojiblancos de regresar a Europa.

Desde entonces el proyecto de Garitano se ha teñido de claroscuros. Su segunda temporada al frente del Athletic -la primera completa- dejó evidencias de lo mejor y lo peor. Entre lo mejor, las dos victorias en San Mamés ante el Barcelona -la primera con aquella chilena para el recuerdo de Aduriz, la segunda en la Copa para certificar con tanto de Williams el pase a semifinales. Entre lo peor, las diez jornadas que los rojiblancos estuvieron sin ganar, desde principios de diciembre de 2019 hasta finales de febrero de 2020. De ser quintos pasaron a la undécima posición.Sólo el triunfo ante el Villarreal el 1 de marzo de este mismo año y la goleada (1-4) en Zorrilla ante el Valladolid a la semana siguiente detuvieron la sangría y dieron aire al entrenador rojiblanco.

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Porque para esas fechas Garitano ya comenzaba a ser cuestionado por una parte de la directiva del Athletic. Sólo la clasificación para la final de Copa evitó que las críticas arreciaran, aunque las dudas ya estaban instaladad en un sector de la junta y de la afición. Porque la trayectoria en el torneo del ko no había sido la más brillante. Los rojiblancos se habían clasificado para la final contra la Real Sociedad gracias a un gol in extremis, en el minuto 82, fruto de una galopada increíble de Yuri Berchiche. Antes habían superado dos agónicas eliminatorias ante el Elche y el Tenerife, resueltas desde la tanta de penaltis ante dos conjuntos de un nivel muy inferior.

Las críticas al entrenador se acrecentaron tras el regreso del fútbol una vez acabado el confinamiento. Porque en los once últimos partidos de Liga el Athletic fracasó en su principal objetivo, el regreso a las competiciones europeas. Una sorprendente derrota en San Mamés ante el Leganés y una goleada en Granada dejaron muy mal sabor de boca.

El equipo no cambió la tendencia tras las vacaciones. Los seis positivos por Covid alteraron la pretemporada y condicionaron el arranque liguero. Las miradas se pusieron rápidamente sobre un Garitano que comenzó a escudarse en la falta de un delantero centro como explicación de todos los males rojiblancos. a pesar de los malos resultados, el técnico de Derio ha conseguido encontrar siempre una tabla de salvación. Tras caer de nuevo en Los Cármenes ante el Granada, ganó al Eibar y cogió aire. Luego llegarían las vergonzosas derrotas ante el Cádiz y el Alavés, que precedieron a un triunfo ante el Levante para volver a sostener al entrenador. Vuelta de nuevo a perder ante Osasuna en otro choque horroroso y remontada épica ante el Sevilla.

El último episodio de esta montaña rusa se vivió anoche. Garitano llegaba cuestionado tras la derrota ante el entonces colista Valladolid. El triunfo de ayer ante el Betis -cuarta victoria de la temporada- vuelve a levantar a Garitano cuando peor lo tenía. Gana, al menos, dos partidos más. Aunque su proyecto lleva tocado bastantes meses, el técnico evizcaíno siempre encuentra la manera de sobrevivir.